Durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador el gasto destinado a programas sociales se duplicó. En el último año del gobierno del priista Enrique Peña Nieto el gasto social representó 6.2% (368,000 millones de pesos) del gasto total del gobierno federal y actualmente es de 12.2% (621,000 millones de pesos).
“Esto no es malo per se; lo que es criticable es que, además del aumento del gasto, tenemos un incremento muy notorio en la opacidad de estos programas sociales”, explicó.
Algunos de estos programas, detalló, son ambiguos respecto a los objetivos que persiguen, no se sabe con claridad cómo seleccionan a los beneficiarios ni son transparentes sus procesos de contrataciones.
Esto ha provocado que, en los primeros dos años de gobierno, los programas sociales no contribuyeran a disminuir la pobreza en el país y a que no lleguen a las personas con menores ingresos.
“¿Y por qué es importante saber todas estas cosas de los programas sociales? Cuando no sabemos si un programa social está logrando los objetivos, no podemos exigir que sea eliminado o modificado y, entonces, eso permite que se perpetúen programas que pueden tener fines clientelares”, indicó.