Un enfoque médico contra las drogas desde EU
"Aceptamos plenamente nuestra responsabilidad en controlar la demanda, pero también hay que tratar la producción de opioides sintéticos y otros estupefacientes. Eso es clave", dijo Nichols este miércoles en una entrevista con EFE.
El secretario adjunto para América Latina del Departamento de Estado aseguró que Estados Unidos tiene un "enfoque médico y no criminal" sobre el problema de las adicciones en el país y está invirtiendo en centros de atención y prevención.
Pero además de frenar el consumo, reivindicó que "hay que colaborar para combatir" la producción, porque, agregó, es un problema que no solo afecta a Estados Unidos, sino al resto del continente americano y al mundo.
Zonas de México afectadas por el narco
Desde que este mes de marzo fueron asesinados dos estadounidenses en México, la tensión bilateral se ha elevado hasta el punto que los republicanos ha pedido una intervención militar en territorio mexicano para combatir a los cárteles, algo que ha descartado el gobierno de Joe Biden.
No obstante, desde la administración demócrata han señalado que México debería hacer más contra el fentanilo, mientras que el secretario de Estado, Antony Blinken, ha afirmado que hay zonas del país "controladas" por el narco, lo que ha negado López Obrador.
Cuestionado por el asunto, Nichols matizó que hay territorios de México "afectados" por el crimen organizado y que esto impacta en "la seguridad y el bienestar tanto de los mexicanos como de las personas que visitan México".
"Hemos invertido miles de millones de dólares en colaboración en materia de seguridad con México y vamos a seguir trabajando hombro con hombro con el Gobierno mexicano", subrayó el funcionario.
En materia de trabajo con México, el alto funcionario lamentó la muerte de 38 migrantes en un centro de detención en México, pero evitó criticar la cuestionada gestión migratoria de las autoridades mexicanas.
"Todos los países tenemos que aportar más para atender este problema", respondió Nichols, quien considera al Gobierno mexicano "un aliado" para conseguir una migración ordenada y segura en la región.