La coalición Va por México que integran los partidos PAN, Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) acordó –aún con reservas de este último partido- que la candidatura presidencial del 2024 será definida en proceso que conducirán los panistas, conforme a sus reglas, y ese partido siglará la postulación.
El líder del PRD, Jesús Zambrano, que ha expresado sus reservas respecto a que el PAN concentre ese proceso, ha demandado que la definición sea en proceso en el que puedan participar organizaciones de la sociedad civil, en tanto que integrantes de éstas han respaldado esa visión, para dar más apoyo a la postulación opositora.
Este miércoles 25 de enero, en la plenaria de los diputados federales, en Tamaulipas, Cortés reconoció que “por supuesto que en el PAN tenemos con quienes, buenos, y por supuesto que quisiera que fuera gente de Acción Nacional, pero hay que anteponer siempre, siempre debemos anteponer el bien superior del país”.
Por eso antes de elegir cualquier candidatura “tendremos que definir si es la persona correcta, para ir a ganar y para ir a bien gobernar México”, dijo.
Anticipó que se preparan foros donde podrán participar los interesados, pero insistió que en el PAN “que no tenga nadie duda, no nos mueve tener una candidatura, nos mueve cambiar a México”.
En breve –dijo- “convocaremos a todos aquellos interesados a que expresen sus ideas, a que expresen sus propuestas, a que hablen y digan qué es lo que quieren, a que haya foros, debates y llegará el tiempo de definir, y lo haremos pensando en lo que es mejor para México”.
Ante los legisladores, Cortés Mendoza pidió sacar en el periodo ordinario de sesiones del Congreso que inicia el 1 de febrero y concluirá el último día de abril, todos los temas pendientes de su agenda legislativa. Después "vamos a estar todos en campañas", ya que el proceso electoral de 20204 iniciará en septiembre o noviembre, si se concreta el Plan B de reforma electoral, dijo.
Les demandó no dejar de ir a sesiones de las comisiones legislativas, dar el debate y estar pendientes para “evitar que haya bolas rápidas” legislativas, es decir, iniciativas sorpresa que pasen y después no puedan revertir.