La disminución en los homicidios dolosos y que ha resaltado la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, se da cuando se comparan los eventos entre 2019 y 2022. En el primer año completo de la actual administración se registraron 36,661 muertes violentas, mientras que este año se proyecta concluya con menos de 33,000, que representarían la cifra más baja de la actual administración.
Sin embargo, los expertos en seguridad afirman que bajo el gobierno del presidente López Obrador se han vivido los años más violentos.
“Hay aparentemente una reducción de homicidios en el registro si comparamos el año pasado y a su vez el anterior. El peor año en materia de homicidios fue el 2019, a partir de ahí, entre 2019 y 2020, prácticamente no cambió nada, hubo una reducción de apenas el 0.4% en víctimas, realmente no es absolutamente nada porque podría caber en el margen de error. En 2020 y 2021 hubo una reducción de 3.4% lo que también es mínimo si consideramos que venimos de los dos peores años en homicidio. En lo que va de 2022, hay una reducción de 8.9%, pero es pronto para decir que estamos en una mejor condición”, planteó Rivas.
Cuando se comparan los homicidios dolosos del último año del presidente Enrique Peña Nieto con el primer año de López Obrador la disminución fue mínima: 24 homicidios que representa 0.06%; en 2020 hubo un incremento de 1,088 delitos que representan .2% más. En 2021 hubo 985 homicidios menos que representó una reducción del 2.6%.
A pesar de esta baja, los expertos afirman que el gobierno actual está quedando a deber, pues la promesa del presidente fue que en los primeros tres años habría una reducción de entre un 30 y 50% en los homicidios dolosos, lo que no ha sucedido.
“Esa es la meta real en este momento y mientras no presentemos el plan de trabajo evidentemente tiene un carácter preliminar”, anunció en agosto de 2018 Alfonso Durazo, entonces propuesto como secretario de Seguridad Pública, cargo al que renunció para competir por la gubernatura de Sonora.
Hernández señala que la ligera reducción en homicidios es solo una muestra de que la estrategia de seguridad de presidente López Obrador ha fracasado porque ni creando la Guardia Nacional, desplegando a miles de militares y gastando millones de recursos , la violencia no cede como se pretendía.
“Si lo único que puede presumir este gobierno es una reducción pequeña de los homicidios después de gastar miles de millones de dólares, enviando miles de soldados, el diagnostico es claro, la militarización de la seguridad pública ha fracasado como fracasó otros dos sexenios”, sostiene.