Desde que ingresó al recinto legislativo, la funcionaria fue recibida con carteles de rechazo a su gestión por parte de senadoras del PAN. “CNDH subordinada a AMLO”, “Rosario, empleada de AMLO”, fueron las leyendas de los carteles.
“Sabemos que la militarización nos lleva a una falta de respeto a los derechos humanos en el mundo, no en México nada más. Es lamentable que organismos internacionales vengan a señalar las violaciones de derechos humanos en este país y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, bajo el mismo discurso oficialista, solamente dice que son conservadores y neoliberales, y con eso se escuda”, reprochó Juan Manuel Fócil Pérez, senador del PRD.
El legislador sostuvo que la CNDH se ha enfocado en otras tareas, aunque no sean de su competencia. Por ejemplo, girar una recomendación contra el INE (ahora que es señalado desde el gobierno federal) por actos realizados entre 1951 y 1960, y ser omisa con las acciones violatorias de derechos que ocurren en este sexenio.
El senador Emilio Álvarez Icaza Longoria dijo que las palabras omisión, sumisión y escándalo describen la gestión de Rosario Piedra en la CNDH.
Sylvana Beltrones Sánchez, del PRI, agregó que las violaciones a los derechos humanos por parte de la Guardia Nacional son frecuentes, pues esta institución acumula más de 1,254 denuncias por detenciones arbitrarias.
Al respecto, Rosario Piedra Ibarra defendió el trabajo de las Fuerzas Armadas en materia de seguridad pública al mencionar que la estrategia de seguridad funciona y que el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional dejaron de estar entre las cinco autoridades con más quejas, ya que han disminuido su participación en hechos violatorios de derechos.