Moreno planteó que también es momento de una autocrítica para los medios, pues algunos han optado por apostar a ser el sustituto de los partidos de oposición, incumpliendo su esencia que cuestionar al poder, a través de revisar datos, revelar y denunciar.
Jorge Zepeda Patterson, director del medio digital Sin Embargo, afirmó que la relación con la prensa se modificó con la llegada de la nueva administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador tanto para bien como para mal.
Entre lo primero, explicó, hay una reducción en el gasto en publicidad del gobierno, sin embargo, dijo, que aunque son menos los recursos, éstos se canalizan principalmente a medios afines al actual administración, como La Jornada.
Otro aspecto que ha cambiado, planteó, es que en la mañanera no hay una censura para que cualquier periodista pueda acudir a cuestionar al presidente de la República, lo que difiere a la política seguida durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, quien después de su respuesta polémica en la Feria Internacional del Libro sobre sus tres libros predilectos, optó por no exponerse a los cuestionamientos de los reporteros.
Lo que se ha hecho mal, resaltó, es que el presidente López Obrador sube a diario al ring a los periodistas.
“Mete a los periodistas en esta fuerza contraria al cambio. Una vez asumida esta posición el periodista, el medio es tratado como un adversario político”, dijo.
En ese sentido, dijo que cuando el presidente polariza y exhibe a periodistas, como lo ha hecho con Carlos Loret de Mola, o a medios como Reforma y El Universal, los coloca en constante riesgo de represalias.
Leopoldo Maldonado, de la organización Artículo 19, explicó que los pactos de impunidad están contribuyendo a que los homicidios de periodistas estén incrementando en México. En el gobierno de presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido asesinados 36 comunicadores.
Criticó que el presidente mantenga en su conferencia de prensa una sección como el "¿Quién es quién e las mentiras?", porque además de ser hostil contra los medios de comunicación y periodistas, basta con un “el presidente ya dijo que no” para calificar una noticia o información como fake news.
Los expertos afirmaron que la hostilidad hacia los periodistas y medios de comunicación no solo proceden del gobierno federal, sino desde gobiernos locales como el de Puebla, Veracruz y, hace algunos meses, el de Chihuahua.