Las claves del reportaje del NYT que plantea que el caso Ayotzinapa se desmorona

El diario incluyó una entrevista con Alejandro Encinas, quien supuestamente reconoció que parte de la evidencia nueva y crucial “no pudo verificarse como real”.

“Hay un porcentaje importante, muy importante, que está todo invalidado”, dijo el funcionario, Alejandro Encinas a The New York Times.

De acuerdo con el diario, la prisa del gobierno de Andrés Manuel López Obrador por entregar respuestas entorno a su compromiso número 89 de los 100 que hizo tras asumir la presidencia de la República el 1 de diciembre de 2018, ocasionó una serie de tropiezos.

“Una comisión de la verdad que confió en pruebas sin sustento y una investigación penal que privó a la fiscalía de sospechosos clave”, señala.

La presión, de acuerdo con el diario, surgió desde el propio presidente, quien en una conferencia de prensa anunció que ya se sabía lo que había ocurrido con los jóvenes, y anunció que este año se resolvería el caso.

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También alerta de obstáculos al interior del propio gobierno para avanzar en torno a la investigación.

“Pero las dificultades también surgieron de la disfunción al interior del gobierno, donde los funcionarios que investigaban el caso retuvieron información clave unos de otros, perjudicando su propio caso”.

El NYT afirma que en lugar de ser una victoria, el caso se ha convertido “en un inconveniente para el presidente”.

Para el actual mandatario federal, el caso Ayotzinapa tiene un significado especial, por lo que incluso uno de sus primeros actos al frente del gobierno fue emitir un decreto por el que se instruye establecer condiciones materiales, jurídicas y humanas efectivas, para fortalecer los derechos humanos de los familiares de las víctimas del caso Ayotzinapa a la verdad y al acceso a justicia.

Como parte de ese decreto se creó una comisión de la verdad encargada de investigar la desaparición, y al frente de ella se designó a Encinas Rodríguez.

De acuerdo con el reportaje, el presidente López Obrador pidió a Encinas ya informar sobre los avances del caso, pues a su gobierno le quedaban poco más de dos años.

“Nos quedan dos años de gobierno y nosotros tenemos que dar resultados y la fiscalía tiene que judicializar”, habría relatado Encinas.

Por esta “presión”, el subsecretario de Gobernación comenzó a emprender más acciones, como volar a Israel para entrevistarse con Tomás Zerón, exdirector de la Agencia de investigación Criminal, acusado de torturar testigos y sembrar evidencias, de acuerdo con el diario.

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De acuerdo con The New York Times, en ese encuentro, Encinas Rodríguez le habría ofrecido “el apoyo del presidente” a Zerón. El propio funcionario ya reconoció que que planteó a Zerón ser beneficiario de un criterio de oportunidad.

“Al presidente no le importa meter gente a la cárcel”, le habría dicho Encinas a Zerón, según un audio al que tuvo acceso el diario.

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Otro elemento que reporta el diario es la supuesta presión de la que fue objeto Omar Gómez Trejo, fiscal especial para el caso Ayotzinapa. El fiscal general de la República, Alejandro Gertz, le pidió preparar una orden de aprehensión contra Jesús Murillo Karam, pero Gómez Trejo pidió tiempo para reunir más pruebas, sin embargo, se le negó, detalla NYT.

“Entonces se hicieron cargos fiscales con poca experiencia en el caso y el ex procurador general fue apresado”, agrega.

El fiscal Gómez Trejo renunció al cargo luego de que fue marginado del caso.

A pesar de que ya se habían conseguido varias órdenes de aprehensión contra militares que presuntamente estaban involucrados, se pidió al Poder Judicial desistirse de algunas bajo el argumento de “deficiencia probatoria”.

Alejandro Encinas, presidente de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa, defendió la investigación sobre la desaparición de los 43 jóvenes normalistas, la cual –dijo– está sustentada en 154 eventos relevantes que aportaron información y datos relevantes vinculados a lo sucedido la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014.

“Yo soy el principal sorprendido de esta idea de que yo autodescalifiqué mi trabajo, pues la verdad no, no fue así. Sería una falta de respeto a las compañeras y compañeros de mi equipo de trabajo que me han acompañado de manera muy seria y profesional”, dijo este jueves.