Padres y madres de familia denunciaron que en la guardería No. 35 del IMSS se dio agua con cloro a los menores, lo que causó afectaciones a la salud de cinco niños.
Yanel Analco, madre de un niño de esa estancia infantil, explicó que el 14 de octubre de 2022 la directora de la guardería contactó a cinco familias y les informó que sus hijos e hijas habían bebido agua con posible cloro.
Aseguró que se dieron cuenta porque los infantes mencionaron que el agua “sabía feo” y cuatro niños experimentaron ardor en la boca, mientras que una niña fue diagnosticada con neumonitis química, una enfermedad respiratoria causada por la inhalación de vapores químicos.
La madre sostuvo que el personal de la guardería no informó de estos hechos a toda la comunidad, sino que el resto de las familias se enteró por las madres de los niños afectados.
Por ello, las familias interpusieron una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, donde se abrió una carpeta de investigación por lesiones culposas.
Además, las familias protestaron este 25 de octubre afuera de la guardería, que se ubica en la calle Sevilla de la Alcaldía Cuauhtémoc.
“Queremos que se haga justicia porque, a nuestro punto de ver, esto no es un accidente, esto es negligencia, esto no puede quedar impune”, sostuvo la mamá en entrevista.
Indicó que la directora de la guardería, Dalila Carrillo Evaristo, les informó en un primer momento que en un grupo de preescolar se repartió agua de una jarra con posible cloro y, según la mujer, las autoridades de la estancia infantil lo negaron después.
Detalló que no les han explicado de manera clara por qué se sospechó que el agua tuviera cloro ni de dónde viene el agua que dan de beber a los niños y niñas.
“Anteriormente nos dicen que el agua es de filtros para los lactantes y maternal; luego no dicen que de garrafón”, expuso.
Las familias que se manifestaron entregaron un pliego petitorio a las autoridades del IMSS, en el que exigen la destitución de la directora y de quienes resulten responsables.
“Que nos puedan brindar ellos los nombres de los responsables por los que llegó el cloro a la boca de los niños, porque existen cinco filtros antes de que las jarras lleguen a la boquita de los niños. No podemos creer que ninguno se haya dado cuenta de esta situación”, reprochó la madre.
También piden cámaras de seguridad en las salas de la guardería y la difusión de un comunicado oficial que aclare lo sucedido.
“Por último, queremos que por día un papá o una mamá vaya a verificar los alimentos de los niños, que vengan en buen estado”, agregó.
Cuatro horas después de la protesta, la directora de la guardería dialogó con las familias. También se presentaron en el lugar autoridades del IMSS: la titular de la Coordinación del Servicio de Guardería para el Desarrollo Integral Infantil, Vesta Richardson; el titular del Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada del IMSS en la Ciudad de México Norte, José Antonio Zamudio González, y el titular de la Jefatura de Salud en el Trabajo, Sergio Durán.
Sin embargo, mencionó la mujer, los funcionarios negaron que el agua tuviera cloro, aunque tampoco les explicaron con claridad qué sucedió.
“Prácticamente nos están diciendo que nosotros estamos mal, que no fueron así las cosas, que sus supervisores ya fueron a medir el cloro en el agua de los niños, cuando bien pudieron haber tirado toda esa agua y dar otra”, cuestionó.
Agregó que esperan una nueva reunión con las autoridades de la guardería para dar seguimiento al caso.
El IMSS confirmó en una nota informativa que el pasado 14 de octubre “autoridades de la guardería detectaron la posibilidad de que cinco menores de preescolar habrían ingerido agua con olor a cloro” y, sostuvo, “de inmediato se activó el protocolo de seguridad para salvaguardar la integridad de los infantes”.
Agregó que los menores fueron trasladados al Hospital General Regional No. 1 “Dr. Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro” y fueron “dados de alta por no presentar lesiones o alteraciones en la salud. Se les trató médicamente, se les revisó boca, garganta y tórax”.
Sin embargo, las familias acusan que a los menores afectados los llevaron al hospital casi una hora después, hasta que sus madres acudieron por ellos a la guardería. Sostuvieron que la niña fue atendida después en una clínica privada.
El IMSS agregó que se realizó la prueba de colorimetría en la guardería No. 35 para medir los niveles de cloro en el agua y “se determinó que se encontraba dentro de los parámetros permisibles, por lo que en ningún momento se puso en riesgo la salud de los menores”.
No obstante, el IMSS agregó que trabajará con las autoridades competentes para deslindar responsabilidades mientras revisa el pliego petitorio de las familias para darle seguimiento.
