Para ello, el titular del Segundo Tribunal Unitario en Materia Penal, el magistrado Manuel Bárcena, dio vista a la Fiscalía General de la República (FGR) en aras de que inicie una investigación y determine si los hermanos Arizmendi López y otros coinculpados fueron o no torturados.
“El Mochaorejas”, detenido junto con su hermano en julio de 1998, lideraba una banda delictiva que mutilaba las orejas de sus víctimas para presionar a los familiares a pagar rescates multimillonarios.
En demandas de amparo, los hermanos Arizmendi y varios de sus cómplices dijeron haber sido víctimas de vejaciones y que dictámenes médicos certifican que presentaron algunas lesiones como escoriaciones, deformación de articulación de rodilla y fracturas, derivadas de la tortura a la que fueron sujetos.
A inicios de agosto, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal otorgó un amparo para que se dejara sin efecto la sentencia solo contra “El Mochaorejas” y Aureliano, y se ordenara reponer el procedimiento, amén de que se indagara sobre los presuntos actos de tortura de los que, alegaron, fueron objeto.