Las frases de los presidentes se vuelven un referente característico, ya sea para marcar su personalidad o para que sean recordados en la posteridad.
Un ejemplo es la frase que marcó a José López Portillo y Pacheco, quien rumbo al final de su mandato lanzó una frase ante un difícil panorama económico que vivía el país al inicio de la década de los 80's.
Durante la administración de López Portillo se destaca el esfuerzo para aprovechar los recursos petroleros de México y por lograr una mayor independencia económica respecto a Estados Unidos.
Inició reformas en la Cámara de Diputados al incrementar el número de miembros a 400, de los cuales al menos 100 debían ser de partidos de la oposición, con el objeto de dar voz a los partidos más pequeños.
Estableció relaciones con España tras la restauración de la monarquía con el rey Juan Carlos I.
La crisis económica comenzó a principios de la década de los años 80. El precio del petróleo se desplomó teniendo como marco una inmensa deuda externa, el peso estaba sobrevaluado y, lo único certero, era que la moneda se depreciara, al tiempo que en el extranjero se pagaban altas tasas de interés.
La sobreoferta de los países productores y el ahorro de energía de los países consumidores provocaron, a partir de junio de 1981, el desplome de los precios del petróleo, que arrastró en su caída a la economía nacional basada en el petróleo.
"Defendamos nuestro peso. Esa es la estructura que conviene al país. Esa es la estructura a la que me he comprometido a defender como perro"
“Ya nos saquearon. México no se ha acabado. Ya no nos saquearán”, expresó en septiembre de 1982, en su último informe de gobierno.
No, una serie de variables como la corrupción gubernamental, la solicitud de préstamos impagables y salida de capital extranjero (en un mes salieron del país 9,000 millones de dólares), lo que ayudó a multiplicar la deuda externa y a devaluar en más de 400% el valor de nuestra moneda
Para 1982, México había sido afectado por la más profunda y prolongada recesión económica de los últimos 50 años.
