“Ya no es un tema cuantitativo de cuántas tareas les han dado, también ya es un tema cualitativo, cómo están queriendo cambiar la cultura civilista por una cultura militarista. Estas responsabilidades van más allá de las funciones que tenían antes, entonces lo están sobre explotando y yo me pregunto si 227 funciones de las cuales solo 43 están marcadas en la Ley de Seguridad si en realidad pueden cumplir con todas estas funciones”, alertó.
Si bien en los tres años que lleva de funcionamiento, la Guardia Nacional ha incrementado en 68% el número de sus efectivos, la violencia no cede. Antes de su puesta en marcha en tareas de seguridad, el promedio de muertes violentas en el país era de 83 cada día; 36 meses después ese delito se ubica en 100 asesinatos violentos cada 24 horas.
Morera planteó que el despliegue de los elementos de la Guardia Nacional no está justificado, pues el número de guardias que tenemos en los estados no corresponde a la incidencia delictiva de las entidades. Por ejemplo, dijo que Guanajuato, a pesar de ser el estado más violento del país, tiene la mitad de guardias asignados a la Ciudad de México.
También alertó que en esta administración a las Fuerzas Armadas se les ha privilegiado en su presupuesto, pues junto a la Guardia Nacional, la Sedena y Marina, cuentan con recursos por más de 230,000 millones de pesos.
“El presupuesto de 2022 asignado a las Fuerzas Armadas y a la SSPC asciende a 235 mil millones de pesos. Tan solo la Sedena y la GN estarían ejerciendo un presupuesto de cerca de 170 mil millones de pesos, 9% más que lo aprobado para 2021 y 80% más que en 2020”, refiere el reporte Guardia Nacional, tres años de definición militarista.