Tras la investigación, la Fiscalía informó ahora que se detectó que los sicarios se trasladaron a un inmueble ubicado en la ciudad de Puebla, donde escondieron la motocicleta, la ropa y los cascos que portaban en el momento de los hechos.
López Zavala presuntamente proporcionó el vehículo y el arma de fuego y las autoridades creen que Jair recibió la pistola y la motocicleta de las propias manos de su tío.
El asesinato de Monzón, una reconocida defensora de derechos humanos y abogada de mujeres, ha despertado protestas de grupos feministas en México y la condena del Gobierno español, el Consejo de la Abogacía Catalana, la Unión Europea (UE) y de las Naciones Unidas.
La polémica ha crecido al revelarse que, días antes de su asesinato, la abogada fue a la fiscalía a demandar la pensión alimenticia al padre de su hijo, Javier López Zavala, secretario de Gobernación del estado en el mandato de Mario Marín en Puebla (2005-2011), acusado de operar una red de pederastia y torturar a la periodista que lo reveló, Lydia Cacho.
Tras las declaraciones de los involucrados, las autoridades determinaron que desde abril estaban organizando este hecho, por lo que comenzaron a estudiar los movimientos que tenía la activista.