"Preocupa la base de financiamiento (para el aumento salaria), pues con la que contamos, es decir, el el principal instrumento de financiamiento para la nómina magisterial ya tiene una limitación seria", señala Fernando Ruiz.
El investigador refiere que si se analiza la evolución del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa (FONE), de 2015 a la fecha se ha visto un decrecimiento en términos reales del 6%, lo que representa una limitante para que la SEP pueda cubrir los aumentos prometidos este mismo año.
"Estamos hablando de un monto superior a 36,000 mdp que sean que se han perdido en este fondo y que no se han repuesto, y es lo que se necesitaría para poder mantener el poder adquisitivo que se tenía, por ejemplo, hace siete años", plantea.
Para Paulina Amozurrutia el presupuesto de la SEP, en efecto, hace inviable el aumento de salarios a docentes, pero considera que el foco está en el hecho de que con este anuncio se pretende ocultar el grave problema que enfrenta la educación en México actualmente.
"El problema es que el gobierno promete cosas que luego no cumple (...) Con este anuncio, la SEP está callando un problema grave que tenemos en la educación, una crisis que no se evaluaba, una regularización que no está llegando todos los niños ni a todas las escuelas", lamenta.
Marco Fernández destaca que otro aspecto que preocupa del destino de estos recursos, y del término "revalorizar al magisterio", es que en lo que va del actual sexenio se ha recortado hasta en 89% los recursos para capacitación de los docentes.
"(El aumento) no es factible, por eso lo están haciendo escalonado, por eso no lo están haciendo de forma generalizada, porque no tienen el dinero para pagarle a todos los maestros el 7.5% que prometen. ¿Quieres revalorarlos? Dales una capacitación adecuada para que tengan un mejor desempeño en las aulas", enfatiza el investigador.