El antropólogo Roger Bartra estimó que, a tras las elecciones de junio del 2021, el gobierno “populista, reaccionario y autoritario” de la Cuarta Transformación, que amenaza con llevar al país a una peligrosa deriva, entró en un “proceso de putrefacción” política y en una abierta “lucha intestina” por el poder.
“Lo nuevo que ha surgido es que ante el fracaso de la llamada 4T, el gobierno y su partido han comenzado a entrar o ya están en lo que llamo un proceso de putrefacción”, dijo al participar en el Seminario "Los desafíos de la Democracia a 45 años de la Reforma Política de 1977”.
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Lo anterior, porque lejos de erradicar la corrupción solo ha favorecido a intereses privados “a cambio de recompensas, cobrando cohechos, colocando familiares en empleos públicos, dando contratos o apropiándose de bienes públicos para beneficio privado”.
Durante el evento por la Cátedra Francisco I. Madero, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional Electoral (INE), comentó que ese tipo de corrupción continúa en muchas esferas.
“Creo que ahora estamos ante una nueva forma. Yo diría: se está pudriendo, se está empezando a pudrir el aparato gubernamental y el partido oficial”, remarcó.
De acuerdo con el también académico, el partido Morena “vive un caos, un desorden en su dirección política, la lucha intestina se ha agudizado mucho, aunque no tiene mucho sentido una lucha por el poder”.
A lo anterior se suma una falta de respeto a las leyes, lo cual “es en muchos casos alarmante”, pues se abona a una “descomposición política sin precedentes", así como una conducción "errática y caótica de los asuntos públicos", dijo.
“Pero, ¿en qué consiste esta descomposición política que hemos comenzado a adentrarnos desde hace unos meses? Yo creo que el sistema político de la llamada Cuarta Transformación está descompuesto porque hay una carencia de alternativas”, indicó.
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Es decir, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer “unos vagos 100 puntos que no tienen nada que ver con una transformación profunda; con nociones sí”, expuso Bartra.
Además, no hay “una inteligencia, no hay nuevas ideas, no hay propuestas y, en todo caso, lo poco que hay y que se ha propuesto muy recientemente no es más que un intento de vuelta al pasado nacionalista autoritario”.
Lo anterior, al referirse a las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE). La de la Guardia Nacional y la electoral del Ejecutivo Federal, presagió, correrán la misma suerte que la primera: No pasarán.
“La contrarreforma eléctrica, fue derrotada, no pasó. En segundo lugar una propuesta que insinúa la eliminación del INE y la eliminación de formas importantes de proporcionalidad, y la tercera, militarizar ya completamente, totalmente, la Guardia Nacional”, resaltó Bartra.
A esa situación se suma el hecho de que “tenemos una Fiscalía (General de la República) paralizada por un fiscal (Alejandro Gertz Manero) aparentemente corrupto e ineficiente, una Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) acosada por el Poder Ejecutivo y con muchos problemas, y recientemente hemos vivido una costosa ratificación de la presidencia disfrazada de revocación de mandato”.
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Lucha intestina
Sobre lo que definió como “lucha intestina”, Bartra indicó que al interior de Morena hay grupos a los que cuesta mucho trabajo definir su orientación política.
“Parecen básicamente centrados en una lucha por el poder. Vagamente hay algunos grupos que provienen de corrientes de la izquierda antigua, comunista. Algunos les llaman los duros –yo digo que son duros de la cabeza, más bien-; políticamente son bastante difíciles de definir”, observó.
No obstante, la lucha por el poder supuestamente “gira en torno de la señora (Claudia) Sheinbaum, del señor (Marcelo) Ebrard y de (Ricardo) Monreal, pero pueden aparecer otros, pero no hay un color preciso en todo eso”, destacó.