Sin embargo, el experto enfatizó en que “no es una cura para el VIH, sino una estrategia para eliminarlo de la sangre”.
"Pero el hecho de eliminarlo de la sangre permite que los pacientes mantengan una calidad de vida y una salud muy parecida a la que tenían antes de estar infectados", aseveró, además de que la carga viral disminuida a niveles prácticamente indetectables reduce el riesgo de transmisión.
Jaime Andrade, internista, infectólogo y director del Hospital Civil de Guadalajara, señaló otra de las ventajas de esta terapia es que tiene menos efectos adversos que otros tratamientos antirretrovirales.
Aunado a ello, que los pacientes tengan que consumir menos fármacos ayuda a que no se sumen otras enfermedades a la infección por VIH, ya que al ser un tratamiento de por vida, muchos pacientes a los 50 años ya viven con enfermedades crónicas derivado del consumo prolongado de medicamentos.
La terapia, dirigida a mayores de 12 años que pesen al menos 40 kilogramos, es especialmente indicada para recién diagnosticados o a quienes nunca han padecido falla virológica al tratamiento antirretroviral, y busca que los pacientes tengan mayores beneficios.