México se encamina a registrar uno de los años más violentos para la prensa tras el asesinato de cinco periodistas en menos de dos meses, una racha que no para de crecer debido a la impunidad.
El caso más reciente ocurrió en la ciudad de Salina Cruz, Oaxaca, donde el jueves fue baleado el comunicador Heber López . Dos presuntos homicidas fueron detenidos, según las autoridades.
Director del sitio Noticias Web, López había recibido amenazas a finales de 2019, cuando vinculó con denuncias por corrupción a un alcalde, recordó Balbina Flores, portavoz en México de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Pese a ello, no formaba parte de algún programa oficial de protección.
"Días antes (del asesinato), había difundido informaciones sobre corrupción en el municipio", señaló Flores.
Estamos consternados por la situación que viven los periodistas en México. El asesinato de Heber López, fundador de Noticias Web, es un hecho detestable. Una investigación integral que dé con los responsables es indispensable. #CeroImpunidad #NiUnoMás
— Embajada EU en Mex (@USEmbassyMEX) February 12, 2022
Con López, son cinco los periodistas asesinados en México en lo que va de 2022, contra los siete del año pasado.
El 23 de enero, la periodista Lourdes Maldonado fue asesinada en Tijuana , Baja California. Tres sospechosos fueron arrestados.
Su crimen ocurrió la misma semana en la que fue baleado, también en Tijuana, el fotoperiodista Margarito Martínez, colaborador del semanario Zeta.
A estos casos se suman los homicidios de Roberto Toledo, colaborador del medio digital Monitor, el 31 de enero en Zitácuaro, Michoacán, y de José Luis Gamboa, el 10 de enero, en Veracruz.
Unos 150 periodistas han sido asesinados en México desde el 2000, según RSF, 102 de ellos durante los gobiernos de Felipe Calderón (2006-2012) y de Enrique Peña Nieto (2012-2018), marcados por la llamada "guerra" contra el narcotráfico.
Otros 29 casos se han registrado en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. "Este sexenio se clasificará como uno de los más sangrientos" para la prensa, auguró Flores.
El mandatario prometió este viernes castigo para los asesinos de Heber López. "El que la hace la paga. Cero impunidad (...) no es lo mismo de antes", aseguró en su conferencia diaria.
Sin embargo, la falta de sanción alienta a los agresores de la prensa en México, donde según RSF un 92% de estos crímenes queda impune.
"Si hubiera habido contundencia (...) no estaríamos sumando" nuevas víctimas, dijo Juan Vázquez, vocero de la organización Artículo 19.
A su juicio, el Estado mexicano incumple sus obligaciones en materia de protección y prevención de agresiones a periodistas.
"En México los matan porque sale barato. Quienes corren mayor riesgo son las y los periodistas con su pluma, con su computadora, con su grabadora, con el micrófono, y al final quienes corren el menor riesgo son quienes jalan el gatillo", dijo.
México ocupa el puesto 143, entre 180 países, en el escalafón de libertad de prensa de RSF.
A las omisiones estatales y la impunidad se suma que muchos crímenes "ocurren a nivel local e involucran a medios pequeños, muy vulnerables como sus periodistas", dijo Flores.
Varios reporteros asesinados en los últimos años dirigían o colaboraban con sitios web e incluso páginas de Facebook donde difundían información que criticaba a autoridades locales.
Ante la dificultad para rentabilizar esa actividad, algunos comunicadores deben alternar el periodismo con otros trabajos.
En México el periodismo es muy precario".
Esto lleva a que en ocasiones las autoridades desliguen rápidamente los crímenes del trabajo periodístico y estos no se investiguen como violaciones a la libertad de prensa.
La creciente violencia contra periodistas ocurre, además, en un contexto de polarización entre el gobierno y un sector de los medios, al que López Obrador tilda de "mercenario" y de servir a intereses privados enemigos de su "transformación".
El viernes, al tiempo que lamentaba el asesinato de López, el mandatario difundía los supuestos altos ingresos del periodista Carlos Loret de Mola , uno de sus mayores críticos.
López Obrador suele aprovechar sus conferencias diarias para responder a las denuncias y los cuestionamientos de la prensa, aunque ninguno de los periodistas señalados por el presidente hasta ahora ha sufrido agresiones físicas.
"Hay un discurso estigmatizante que (...) no abona a este contexto de violencia", consideró Flores, mientras Vázquez destacó que el presidente dedica más tiempo a responder a sus críticos que a los asesinatos de comunicadores.
