La decisión se da a una semana de que una jueza local exhortara a la reapertura de la institución y, aunque así lo concretó el nuevo patronato que encabeza Horacio Magaña —organismo que es el que tiene el control del inmueble—, los docentes, trabajadores administrativos y estudiantes se negaron a retornar, con el argumento de que hacerlo sería legitimar la rectoría de Ríos Piter.
Incluso, un grupo de alumnos realiza desde entonces bloqueos carreteros y un plantón en protesta por la permanencia del exlegislador federal.
Además, el viernes pasado, universitarios, docentes, padres de familia y estudiantes de otras universidades privadas hicieron una marcha que partió de la UDLAP al Zócalo de Puebla, para exigir el regreso del inmueble al viejo patronato que encabeza Margarita Jenkins de Landa. Ese otro patronato reconoce como rectora a Cecilia Anaya.
En su videograbación, Ríos Piter admitió que en este conflicto el grupo que lo respaldaba tiene el control de la escuela, pero el otro, el de las cuentas bancarias y de todo el personal, lo que ha impedido que se pongan de acuerdo en el regreso a clases presenciales.
"Sabía que la UDLAP pasaba por un momento complicado por los litigios que prevalecían en torno al desfalco a la Fundación Mary Street Jenkins, así como (por) las sospechas de malos manejos dentro de la propia universidad. Lo hice de buena fe, con el ánimo de colaborar y dar lo mejor de mi parte; desafortunadamente, me di cuenta de que se trata de un conflicto que podría llevar años", reconoció.