Entendimiento Bicentenario, el acuerdo de buenos propósitos, pero sin recursos

“El problema es que no hay presupuesto. No se sabe quién va a hacer qué, ni cómo se va a hacer, ni de dónde va a salir el dinero”, advierte José Andrés Sumano, catedrático de El Colegio de la Frontera Norte (Colef).

Antes de la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, la relación bilateral de México y Estados Unidos presentó algunas “turbulencias” debido a diferencias entre el gobierno de López Obrador y el de Donald Trump.

Desde México, el presidente reclamó la detención del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, así como la violación a la soberanía de México con el operativo “Rápido y Furioso”. El presidente, incluso, firmó un decreto para regular la presencia de agentes extranjeros en México como la DEA, el FBI y la CIA. Expertos advirtieron que la relación entre México y Estados Unidos iba a ser ríspida y con desconfianza, por lo que la cooperación para atender problemas comunes, se veía complicada.

“Es un paso para retomar la cooperación bilateral que estaba detenida después de lo que sucedió con el general Cienfuegos se detuvieron muchos proyectos de colaboración, se generó desconfianza. La relación bilateral en materia de seguridad se había deteriorado muchísimo”, agrega Sumano.

Para Juan Carlos Calleros, especialista de la Universidad La Salle, en medio de los “nubarrones” es una buena señal que se retomara la relación en materia de seguridad y se expresara a través del Entendimiento Bicentenario, el cual sustituye a la Iniciativa Mérida, un plan en el que Estados Unidos envió unos 3,300 millones de dólares a México.

“Los dos presidentes requieren el uno del otro, hay una gran interdependencia entre los dos países. Biden requiere del gobierno de México en migración y para combatir el narcotráfico y en el caso de México requiere de la economía estadounidense fortalezca a la mexicana, en la relación comercial, pero también en seguridad”, destaca.

Sumano y Calleros coinciden en que a pesar de las buenas intenciones de los gobiernos de Biden y López Obrador no hay un compromiso presupuestal, así que el Entendimiento Bicentenario se queda en discurso.

Hasta el momento, la única alusión al presupuesto para este entendimiento vino del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien un día después de que se presentara el acuerdo, afirmó que el gobierno estadounidense seguiría enviando los recursos incluidos en la Iniciativa Mérida.

“Aprendimos mucho y tenemos inversiones en muchas cosas. Mirando adelante, ese dinero sigue, ahora vamos viendo exactamente a dónde se va a ir, pero lo vamos a hacer en colaboración con el gobierno mexicano", dijo en una conferencia de prensa el 9 de octubre.

Para Sumano, el presupuesto para desarrollar el Entendimiento Bicentenario debió quedar claro.

“Cuando uno tiene una prioridad de gobierno, hay presupuesto detrás, es la manera más clara de expresar qué tan comprometido se está con algo. Por ejemplo, el gobierno de México está comprometido con la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tren Maya y uno lo ve en la cantidad de dinero que le está invirtiendo, pero en este caso hay un entendimiento, pero no hay recursos”, destaca.

Expansión Política solicitó una entrevista con la Secretaría de Relaciones Exteriores para ahondar en los detalles sobre cómo se ejecutará el acuerdo; sin embargo, hasta el cierre de esta edición, no se concretó.

Responder a la pasividad de México

Los expertos plantean que para Estados Unidos, el Entendimiento Bicentenario es importante porque mientras en México prevalezca un clima de violencia, en esa nación habrá inseguridad.

“Estados Unidos sí tiene la percepción de que México no está haciendo nada en materia de seguridad y por el lado mexicano, siguen poniéndose trabas a la colaboración de Estados Unidos en México”, plantea Sumano.

A la mesa de negociación, México llegó con la idea de cooperación y no asistencialismo. El canciller Marcelo Ebrard planteó que el gobierno federal no pediría recursos, sino corresponsabilidad para frenar la violencia.

Durante semanas, el presidente López Obrador criticó la Iniciativa Mérida al considerar que solo disparó la violencia en el país.

De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), desde 2008, año en que se puso en marcha la Iniciativa Mérida, y hasta septiembre de este año, en México se han registrado 311,333 homicidios dolosos.

Los ejes de la cooperación

1) La protección a los ciudadanos

Los gobiernos de México y Estados Unidos se propusieron invertir en la salud pública para revertir los efectos del consumo de drogas y reducir los homicidios dolosos para lo cual impulsarán:

• Establecer una Red para la Prevención de los Homicidios.

• Concertar un Memorando de Entendimiento para reducir los trastornos por abuso de sustancias ilícitas.

• Se prevén identificar y tratar a las personas afectadas por el trastorno por abuso de sustancias ilícitas y la adicción.

2) La prevención de la delincuencia transfronteriza

Como parte del Entendimiento, ambos países buscan que los viajes entre ambos países sean seguros para lo que cual proponen:

• Combatir el tráfico de armas.

• Impedir que las armas de fuego vendidas en los Estados Unidos lleguen a México.

• Poner en marcha laboratorios de balística adicionales para procesar más de 80,000 armas incautadas en México.

3) La persecución de las redes delictivas

Un eje fundamental para atender la inseguridad en el país para lo que proponen la obstrucción de las operaciones de los financiadores ilícitos a través de:

• Desarticular a los actores ilícitos y sus redes financieras.

• Crear un grupo de trabajo bilateral sobre la regulación de los precursores químicos para estandarizar los protocolos.

• Cooperar en el ámbito forense para lograr resolver los miles de casos de desapariciones y desapariciones forzadas en México.