"Abandonar a familias vulnerables en una zona remota de la selva guatemalteca, sin dinero, alimentos ni albergue e ignorando sus solicitudes de asilo, evidencia nuevamente la falta de preocupación por los derechos humanos del presidente (Andrés Manuel) López Obrador", declaró José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.
La situación de la frontera sur de México ha causado indignación desde hace semanas, por las imágenes de agentes mexicanos, en particular de la Guardia Nacional, que han agredido y disuelto caravanas de miles de migrantes en Chiapas.
Las denuncias por posibles violaciones a derechos humanos crecen mientras la región afronta un flujo migratorio récord, con más de 147,000 migrantes detectados por el Instituto Nacional de Migración (INM) de enero a agosto de este año, el triple que en 2020.
Aunque la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) admitió que uno de sus principales objetivos es detener "toda la migración", López Obrador rechazó este miércoles ceder a "presiones" de Estados Unidos.
"Tenemos esta situación que nos preocupa y que estamos atendiendo, pero no es porque estemos de peleles o de empleados del gobierno de Estados Unidos, es que estamos poniendo orden y ayudando, protegiendo", aseguró en su rueda de prensa matutina.