En medio de gritos y llanto y abrazados de sus hijos y familiares, los migrantes detenidos fueron subidos a varios autobuses para ser llevados nuevamente a la frontera sur.
Tras estas detenciones, los agentes mexicanos implementaron operativos de búsqueda y detención en calles, avenidas, parques, la ribera del río Huixtla, así como otros puntos donde se escondieron los migrantes.
Durante los recorridos, cerca del Hospital de la Mujer, aproximadamente unos 70 migrantes que se agruparon para continuar con su trayecto fueron detectados por los agentes y para evitar su detención los extranjeros lanzaron piedras a las autoridades aunque no evitaron ser capturados.
Desde el pasado fin de semana en el municipio de Tapachula, frontera con Guatemala, se conformaron cuatro caravanas migrantes, la última este sábado, pero aunque todas avanzaron decenas de kilómetros fueron disueltas por agentes mexicanos.
Organizaciones defensoras de migrantes y agencias de la ONU denunciaron que los agentes mexicanos han empleado uso excesivo de la fuerza durante las detenciones.
A comienzos de semana se hizo público un video en redes sociales que mostraba a dos agentes migratorios mexicanos pateando a un migrante haitiano al disolver el pasado lunes la primera caravana.
Sobre el tema, el presidente Andrés Manuel López Obrado declaró el pasado jueves que en los próximos días enviará una carta a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, para insistir en que atienda las "causas" de la migración forzada y ofrezca visas temporales de trabajo para centroamericanos.
Esta semana, el Instituto Nacional de Migración, informó de que desde el 1 de enero al 31 agosto, México ha identificado a 147.033 personas migrantes en condición irregular en el país.