Regreso a Clases: Se acentúan los retos para el preescolar

Sin embargo, una nueva variante de COVID-19, que es aún más contagiosa, y la falta de una vacuna que proteja a los menores de edad, son factores que incrementan los riesgos no solo para los niños, sino también para las personas que están a su cuidado.

¿Pueden regresar a clases presenciales en preescolar?

Edna Robles Macías, doctora en Pediatría desde hace 15 años, considera que si bien es necesario un regreso a clases por la propia salud mental y desarrollo de los niños, este no debe darse en medio de una tercera ola. La especialista indica que el retorno tendría que ser "individualizado" y con las medidas sanitarias garantizadas en cada centro educativo.

"El regreso debería ser individualizando por cada familia. Por ejemplo, si alguno de los papás padece un alguna enfermedad que pone en riesgo el sistema inmunológico, pues habría un mayor riesgo de que ellos enfermen (de COVID-19) en el caso de que sus niños se contagiaran", explica a Expansión Política.

A esto se suma que si también los niños tienen enfermedades crónicas o problemas cardíacos, corren un mayor riesgo de contagiarse con el SARS-CoV-2.

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Y a todo esto, ¿qué dicen los niños sobre el regreso a clases presenciales?

"Los niños que tienen un mayor riesgo, son todos esos niños con depresión de sistema inmunológico, como pueden ser los niños con cáncer, con desnutrición, problemas cardíacos o algún tipo de síndrome. Todos estos grupos siempre han sido mucho más susceptibles a complicaciones en el caso de una enfermedad y esto lo estamos viendo de nuevo en los casos de coronavirus", señala.

Edna Robles menciona que también se ha encontrado que existe mayor riesgo cuando los niños presentan un problema de sobrepeso o de obesidad, y México ocupa el primer lugar a nivel mundial con problemas de obesidad y sobrepeso. Por todo esto, la pediatra destaca:

"Lo ideal sería individualizar; es decir, ver las condiciones de la escuela, del salón de clases, de cuántos niños habrá en ese espacio, de si alguien en la familia tiene una enfermedad preexistente y hasta el medio de transporte para llegar a los kínder, etcétera. Se tienen que valorar los riesgos que pudiera tener cada niño".

¿Cuáles son los riesgos de contagio en niños en edad preescolar?

Carol Perelman, co-creadora y directora del Jardín Weizmann de Ciencias, el primer museo de ciencia al aire libre en México, destaca que los niños en etapa preescolar corren el mismo riesgo de contagio que cualquier persona que sea susceptible al virus.

La divulgadora científica señala que en un estudio reciente se encontró que los niños menores de 4 años tienen un mayor riesgo de contagiar a los adultos que los adolescentes, pues tienen una cercanía más directa con sus padres, maestros o cuidadores.

"Este virus no distingue ni la edad de las personas ni ninguna otra peculiaridad, simplemente encuentra personas susceptibles; pero la mayoría de los menores son asintomáticos y por ello es importante detectar los casos", aclara.

Perelman puntualiza que por esto la Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños de 2 a 4 años también utilicen cubrebocas, porque aunque el riesgo de complicaciones por COVID-19 en estas edades es menor, no hay un "riesgo cero".

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¿Qué cubrebocas no están permitidos en el regreso a clases?

"Los niños menores de 4 años -dice- pueden contagiarse de COVID-19 y pueden contagiar a los demás; tienen un riesgo reducido de complicaciones y de muerte por esta enfermedad, pero sigue siendo un riesgo, entonces tenemos que seguir cuidando estos aspectos", dice.

En este sentido, refiere que se tiene que procurar que las guarderías y los entornos donde van a estar los pequeños, estén bien ventilados para disminuir los riesgos de adquirir COVID-19 y otras enfermedades respiratorias, como influenza o gripe.

Asimismo, enfatiza que debe mantenerse la sana distancia, que no haya una rotación constante de niños —cambiarlos de una cuidadora a otra— así como darles agua y que los adultos que están a su cargo también la beban de forma constante. Pero, señala, lo más importante en estos momentos es que los adultos estén vacunados contra el COVID-19.

¿Qué hacer si un niño presenta síntomas?

Uno de los cuestionamientos que se ha presentado sobre el regreso a clases presenciales es si el personal educativo, o en este caso las cuidadoras, está capacitado para atender a un niño que presente síntomas de COVID-19.

Si bien la SEP no ha dado una postura al respecto, Carol Perelman dice que lo primero que debe hacerse ante un caso positivo, ya sea en niños o en el adulto que esté a su cuidado, es el aislamiento.

"Hacer pruebas de forma inmediata en caso de una sospecha, identificar si hay cualquier síntoma que no solo sea respiratorio, escurrimiento nasal, tos, estornudos o malestar general, sino también, por ejemplo, diarrea o cualquier síntoma que pueda ser considerado como riesgo de COVID-19", detalla.

La pediatra Edna Robles reconoce que en la etapa preescolar es más difícil hacer que un niño no juegue con otro o que no se quiten el cubrebocas, por lo que considera que son aspectos a los que también hay que prestar especial atención.

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¿Qué pasa con las clases Aprende en Casa para preescolar?

Este programa fue iniciado por la SEP desde marzo de 2020, cuando se suspendieron las clases presenciales en todos los niveles educativos.

Aunque la intención es que los niños regresen a las escuelas, la SEP ha señalado que el Aprende en Casa se mantendrá vigente, pues habrá padres que decidan que sus hijos sigan con las clases a distancia.

De acuerdo con el informe Caminito de la Escuela , de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), para el ciclo escolar 2021-2022 fueron inscritos en todo el país 4 millones 328,188 niños a nivel preescolar.

La cifra muestra que, incluso en este nivel educativo, hubo abandono escolar en lo que va de la pandemia en México, pues en el ciclo 2019-2020 se registraron 4 millones 734,627 niños a preescolar, y en el 2018-2019 había 4 millones 780,787 alumnos.

"Es notoria la disminución del alumnado inscrito, lo cual ha sido general para todos los niveles escolares, desde preescolar hasta medio superior. Pero la mayor caída en el alumnado inscrito se registra en el nivel preescolar (9.5%)", se destaca en el informe.

Si bien los kínder y las estancias infantiles fueron reconocidas como actividades esenciales desde mayo de 2020, la mayoría de las guarderías y escuelas de preecolar del sector privado permaneció cerrada a lo largo de la pandemia, lo que derivó en su cierre o en su operación "clandestina".

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En marzo de este año, la Asociación de Guarderías Privadas de la Ciudad de México dio a conocer que el 80% de sus escuelas estaba ante un "cierre inminente y permanente". Este sector atiende al 27% de niños en edad preescolar en la Ciudad de México.

Además, el cierre de guarderías y estancias ha afectado principalmente a las mujeres, pues muchas han tenido que conservar sus trabajos remunerados al mismo tiempo que se encargan del cuidado de sus hijos en edad escolar.