Para Andrés Sumano, aunque ya se dio un paso en la Corte de Massachussetts, es difícil que se gane la demanda.
“No creo que la demanda prospere, pero estrategicámente es importante porque vuelve a poner el tema en la agenda, mete una presión mediática y política a esta industria para mejorar controles en la venta de armas en Estados Unidos”, explica.
Los especialistas consultados aseguran que este es un buen momento para ejercer presión sobre un tema como la negligente venta de armas porque el gobierno de Joe Biden puede ser receptivo a la demanda de México.
“Con esta demanda el gobierno de México sienta el precedente histórico de hacer una queja directa a la industria armamentista por una mala regulación por la compra y venta de armas en los Estados Unidos”, asegura Juan Manuel Aguilar, experto en relaciones internacionales.
El también experto en seguridad explica que la dificultad en ganar una demanda como la interpuesta por México radica en los intereses de asociaciones como la del rifle en Estados Unidos.
"Sigue habiendo intereses muy fuertes de organismos como la Asociación Nacional del Rifle, como lobbies que pueden frenar la intención de regular la venta de armas. Barack Obama lo quiso contener y no lo logró, entonces menos un gobierno extranjero a través de una demanda de esta naturaleza", asegura.
No afectará relación bilateral
El canciller Marcelo Ebrard aclaró que la demanda civil no es en contra del gobierno de Estados Unidos, sino en particular en contra de 11 empresas para que “compensen al gobierno de México por los daños causados por sus prácticas negligentes”.
De acuerdo con José Andrés Sumano, esta demanda si bien es trascendetal, no generará que relación bilateral se vea afectada.
“Esta demanda no le veo un impacto negativo en la relación diplomática entre los 2 gobiernos; por el contrario, puede ser que el gobierno de Joe Biden la vea con buenos ojos, porque ellos también están interesados en un mayor control en la venta de armas”, asegura.
Si existe algún impacto negativo, será con los políticos republicanos, que son más proarmas, pero no con los demócratas.
Para Aguilar, además de la demanda interpuesta ante una corte en Estados Unidos, México tiene que asumir acciones para frenar el tráfico de armas.
“México tiene que actualizar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos que data de 1972, a las nuevas problemáticas internacionales, México necesita es una política activa en contra del tráfico de armas”, asegura.