Este, entre otros, son algunos de los motivos por los que dependencias del gobierno y organismos nacionales e internacionales advierten que es necesario regresar a las aulas, pues las escuelas funcionaban en ocasiones para detectar estas situaciones.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) explica que antes de la epidemia la evidencia mostraba que el hogar es a menudo el lugar más peligroso para una mujer, sus hijos e hijas, situación que se agrava por el confinamiento.
Entre más tiempo pasen los menores en el hogar, en un contexto de distanciamiento social y con poco acceso a apoyo informal como un docente o un adulto de confianza en el contexto escolar, más probable será su exposición a la violencia, señaló la UNICEF.
“La escuela, además del espacio de aprendizaje, ofrece un punto de contacto donde los niños y niñas encuentran figuras de confianza donde confiar si están viviendo violencia en el hogar, donde pueden reportar alguna situación y pedir ayuda. Asimismo, los docentes pueden identificar situaciones de desprotección”, plantea.
Menores, víctimas
Datos del gobierno señalan que, durante el 2020, el 75.78% de las lesiones ocurrieron en el hogar. En el 73.29% de los casos, la persona responsable tenía algún parentesco con la víctima.
“El 81.6% de las víctimas fueron niñas y adolescentes mujeres”, alertó Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos.
La tendencia continuó en los primeros meses de este 2021: los casos por parentesco alcanzaron el 65.96%. Las niñas y adolescentes son las más violentadas (92.81%).
Tipos de violencias (enero a julio 2021):
- 37.85% violencia psicológica
- 29.69% violencia sexual
- 26.33% violencia física
- 4.51% abandono o negligencia
- 1.63% violencia económica