En un mes, el incremento de la epidemia de COVID-19 pasó de 0.5% a 19%. Apenas había pasado solo una semana después de las elecciones del pasado 6 de junio, y se registraban 2 millones 452,469 casos positivos y 230,095 decesos, cuando las cifras comenzaron a subir. Todo parecía estar controlado, pero la actividad viral aumentó, lo que se reflejó en más contagios y hospitalizaciones, sobre todo entre los jóvenes, quienes están en espera de la vacuna.
Especialistas alertan que el relajamiento de medidas, la llegada de variantes del virus SARS-CoV-2, la baja cobertura de vacunación en jóvenes y el mantener las medidas de movilidad, han generado un ‘cóctel’ de elementos que derivan en la tercera ola, pero consideran que aun cuando las autoridades han sido un tanto “irresponsables” y no han mandado mensajes claros para que la población tome más consciencia de la situación, se puede evitar una tercera ola con la intensidad de las anteriores, si cada uno es responsable.