Sonnleitner señala que el PRD tiene todavía un mapa más alejado al periodo 1997-2006, porque hoy solo resiste en algunos distritos de Guerrero y Michoacán, lo que lo lleva al "universo de partidos pequeños", como MC, PVEM o PT, que en estas elecciones se consolidaron en Jalisco, Nuevo León, Chiapas y San Luis Potosí.
"Morena ha recuperado muchas de las bases que construyó el PRD; además, va a conservar la mayoría en el Congreso de la Ciudad de México y arrasó en el Pacífico; eso no es una derrota para Morena", destaca.
El mapa de la CDMX
En las horas posteriores a los comicios, las autoridades electorales difundieron un mapa de la Ciudad de México dividido a la mitad: una parte color guinda, atribuida a las alcaldías que ganó Morena, y la otra color azul, por el territorio que obtuvo la alianza Va por México, de PAN, PRI y PRD.
El mapa causó controversia en redes sociales e incluso se asoció con el muro de Berlín, pero Sonnleitner descarta tal fragmentación, pues considera que esto solo muestra a una CDMX plural.
"Con esto solo demuestra que hay algunas alcaldías en las que se reafirmó muy fuerte el PAN, porque ganó siete alcaldías sin alianzas. Luego hay algunos distritos locales en los que gracias a la alianza con PRI y PRD lograron conseguir la primera minoría. Y luego tenemos la periferia, donde Morena tiene mucho mayor éxito", dice.
Según los resultados, en las alcaldías Morena sacó alrededor del 40% de la votación, el PAN 26%, el PRI 14%, el PRD 5.8% y el PVEM 2.7%. Pero al final —señala el investigador—, hay un partido que conserva su fuerza sobre las bases del PRD.
En la CDMX no hay una división polarizada en dos fuerzas. La ciudad siempre ha sido heterogénea, con un voto volátil".
Willibald Sonnleitner