"En México la baja escolaridad está asociada a condiciones precarias de vida y salud y a un mayor riesgo de muerte. No cabe duda que el COVID-19 ha afectado en gran medida a la población con menor escolaridad", consideró el informe.
El análisis citó "diferencias muy pronunciadas" en la tasa de mortalidad de los estados, con Ciudad de México a la cabeza con un índice de 318 fallecidos por 100.000 habitantes, seguido de Baja California con 210 y Sonora con 199, ambos en el noroeste.
En contraste, las más bajas han sido en Chiapas (25), Oaxaca (73) y Michoacán (98), en el sur.
El reporte también señaló que solo uno de cada cuatro contagiados, el 25%, recibió atención hospitalaria.
"A nivel nacional, solo una de cada cinco personas fallecidas por COVID-19 fue atendida en una Unidad de Ciudades Intensivos (UCI)", informó.
Los expertos también resaltaron el impacto diferenciado en las cerca de 7,2 millones de personas indígenas, con una letalidad de 17,4 % que "duplica la prevalencia en la población general".
"Resulta evidente que las inequidades sanitarias en grupos vulnerables de nuestro país son una realidad que ha configurado el estado de salud de cada individuo y ha dado como resultado una mayor afectación por el SARS-CoV-2", concluyó el reporte.