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Educar en pandemia: el reto se trasladó a docentes y familias

La SEP señala que ocho de cada 10 docentes han logrado acompañar el aprendizaje, en contraste el INEGI revela que la falta de contacto con maestros fue una de las razones de deserción escolar.
mar 30 marzo 2021 11:59 AM
Clase de música mediante el programa "Aprende en Casa II".
Alumnos de todo el país reciben apoyo extra de sus maestros, peor la principal carga de atención la reciben de sus familias.

A pesar de que el gobierno federal destinó al menos 115.2 millones de pesos para la producción y edición de cápsulas educativas para Aprende en Casa –sin contar lo pactado con las televisoras para las transmisiones–, en la realidad los maestros y las familias fueron quienes han echado mano de sus recursos económicos propios para que los alumnos puedan continuar con sus procesos educativo durante la pandemia de COVID-19.

Especialistas señalan que sin apoyo de las autoridades, los profesores buscaron los métodos para comunicarse con sus estudiantes, aunque eso les implicara mayor carga laboral y les incrementara su horario, pues las características de las familias los obligan a estar prácticamente todo el día conectados.

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Diego Juárez, investigador del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE), menciona que los maestros tuvieron mayor carga laboral, porque no solo era Aprende en Casa sino que generaron actividades extras para mantener motivados a los estudiantes, responder los llamados de los padres o tutores al mismo tiempo que tenían que generar trámites administrativos.

“Los maestros se las han ingeniado, hay distintas estrategias múltiples, y nosotros apenas estamos conociendo algunas (…) esas cuestiones no son generalmente reconocidas de parte de las autoridades educativas”, afirma.

Un aprendizaje será el valor que le están dando los padres de familia hacia el maestro, en un proceso que veníamos de desvalorización del trabajo docente, en este momento el papá se está dando cuenta que enseñar no es nada fácil.
Diego Juárez, investigador de la Universidad Iberoamericana.

Por su parte, Daniel López, director de Suma por la Educación y miembro del Consejo Directivo de Educación con Rumbo, señala que los docentes hicieron y están haciendo lo que está en sus manos, pero si no tienen internet o las necesidades que requieren, “están desarmados”.

“Los docentes han hecho una gran labor por tratar de que sus alumnos se mantengan estudiando ante todas las adversidades, que se mantengan las clases; sin embargo, requieren de mucho más apoyo de las autoridades en general”, dice.

Los héroes de esta pandemia han sido los docentes, han hecho lo imposible, lo que ha estado a su alcance, han hecho lo máximo, es algo que tenemos que aplaudir.
Daniel López, director de Suma por la Educación.

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Si bien la SEP asegura que ocho de cada 10 niñas y niños del país recibe acompañamiento de las y los maestros en todos los niveles de enseñanza, la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED) reveló que el 28.8% de quienes no concluyeron el ciclo escolar pasado fue porque perdió el contacto con los docentes o no pudo hacer tareas.

La falta de estas herramientas también llevó a los docentes a buscar otras formas de comunicación para continuar con el aprendizaje de sus estudiantes. La encuesta de la Universidad Iberoamericana Educar en Contingencia señala que 9 de cada 10 trataron de seguir por WhatsApp, por lo que se convirtió en el principal medio de conexión.

“El uso de Aprende en Casa fue pequeño, si alguien le tenemos que agradecer la posibilidad de tener comunicación con los estudiantes y con los padres de familia, ha sido la plataforma WhatsApp ”, dice Luis Medina Gual, coordinador del Doctorado Interinstitucional en Educación de la Universidad Iberoamericana, quien reconoce que justo una de las debilidades de la estrategia del gobierno federal es la falta de retroalimentación que deriva en abandono escolar.

Paola Garnica, maestra de quinto de primaria, confirma que en su caso no pudo contactarse con algunos de los estudiantes, y que fue a través de WhatsApp, clases en Zoom o dejando guías en una papelería como trataron de mantener la comunicación, sin que en todos los casos se lograra. Ella, como muchos otros maestros, recibe mensajes todo el día, incluso hasta la noche, cuando los padres llegan con sus hijos y pueden apoyarlos con las tareas para enviarlas o con el celular para hacerlo, a lo que suma que también es mamá.

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El papel de la familia

Aun cuando los maestros han sido un factor importante durante la pandemia, también las familias han tomado un papel determinante. El investigador Diego Juárez señala que el aprendizaje se da en la interacción del niño o niña que está viendo el programa Aprende en Casa, mientras la mamá ‘está tratando de mediar el aprendizaje’, tanto con la transmisión como con la comunicación con los docentes.

Sandra, mamá de Vale, tiene un adolescente que pasó a medio superior y a Renata en secundaria, además de los tres más pequeños en primaria, pues Vale que está en 5to, los gemelos apenas están en primaria. Esto complicó todo en su casa, solo para ver la programación se tenían que turnar o ver las repeticiones, aunado a los mensajes de WhatsApp le llegaban al por mayor, que ha sido el medio más usado en este periodo.

Ve también: El COVID dispara el trabajo no remunerado para las mexicanas: 50 horas semanales

La joven de 35 años explica que siente "muy presionada" y como está en alrededor de grupos de WhatsApp todo el día recibe mensajes. Dice que trata de manejar horarios y rutinas para que no sea un “caos total”, al mismo tiempo que ajusta los horarios para las tareas del hogar.

“Me hago mis tiempo para hacer comida y la limpieza todos la hacemos: uno lava trastes, otro el baño y así, los gemelos, como son los más pequeños, sacan la basura o recogen los platos terminando de comer, pero todos cooperan para que esto funcione”, dice al insistir en lo estresada que se siente y con la esperanza de que las clases a distancia sirvan de algo.

Cimenna Chao Rebolledo, coordinadora de la Especialidad en Educación Socioemocional de la IBERO, afirma que la familia ha jugado un papel fundamental ante la calidad de los recursos de Aprende en Casa y “todas empezaron a echar mano de los recursos que tenían, incluso de otros miembros”, como sucedió en el caso de Sandra.

“Esta relación escuela-familia generó una carga de tensión y estrés al interior de las propias familias porque aumentó de alguna manera la distribución de los trabajos entre las madres, los padres, los hermanos mayores, pues no solamente tenían que atender sus propios asuntos laborales o domésticos, escolares, sino ahora también fungieron como tutores”, afirma.

Si se compensó o se pudo generar una continuidad de los aprendizajes en algunos casos sobrevino a un coste de las relaciones y las tensiones socioafectivas al interior de la familia.
Cimenna Chao, investigadora de la Ibero.

No obstante, no todos recibieron la misma atención y eso se verá reflejado en los avances y rezagos que tengan los estudiantes cuando se regrese a clases presenciales. La ECOVID-ED mostró que 98.7% de la población inscrita en preescolar recibió apoyo de al menos una persona de la vivienda; en el nivel primaria la proporción fue de 93% mientras que para el nivel secundaria dicho apoyo cae a 51.7%.

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