Este 18 de marzo se cumple un año del primer deceso por la enfermedad, tras dicho periodo, en el país han muerto 195,908 personas, hasta el corte nocturno del 17 de marzo de 2021.
De acuerdo con registros del Gobienro de la CDMX, en la capital del país han fallecido 37,851 personas y se tiene detectado que al menos 3,101 menores perdieron a uno de sus padres, según en el Sistema para el Desarrollo Integral para la Familia de la Ciudad de México (DIF). A nivel nacional se desconoce el dato exacto de cuántos niños huérfanos ha dejado la pandemia, pero se estima que el 42% de quienes perdieron la vida –de los 195,908, mencionados, es decir unas 81,000 personas– eran jefes de familia, como en el caso de la mamá de “Toño”.
En la Cámara de Diputados, la diputada Olga Sosa presentó un punto de acuerdo para exhortar a las secretarías de Bienestar, de Salud y al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF) implementar programas en favor de los niños, niñas y adolescentes que perdieron a uno o a sus dos padres a causa de COVID-19.
"Es imprescindible garantizar los derechos fundamentales a los menores de edad que hayan quedado en orfandad, las instituciones debemos generar políticas públicas y programas sociales en favor de ellos. Desafortunadamente, los niños, niñas o adolescentes huérfanos sufren las más graves violaciones a sus derechos, que van desde mala alimentación, riesgos a su salud e incluso la explotación laboral y sexual", planteó la diputada.