"Atendiendo a la queja, la CNDH emprenderá las acciones que en ejercicio de sus funciones constitucionales le sea menester realizar, a efecto de que el llamado Caso Colosio sea revisado a la luz de las nuevas evidencias y declaraciones que el peticionario aporte", indicó la Comisión en un comunicado.
La CNDH precisó que en la queja presentada inicialmente por familiares de Aburto Martínez, las personas privadas de la libertad en el penal 12 de Guanajuato señalan presuntos actos violatorios a sus derechos humanos, como no recibir atención médica ni la alimentación que se requiere para los padecimientos crónicos que presenta.
Además, señalaron que Mario Aburto es víctima desde el año de 1994, cuando fue detenido por el asesinato del entonces candidato presidencial del PRI, de tratos crueles, inhumanos, degradantes y de tortura, actos que, enfatizó la CNDH, vulneran su integridad física y psicológica.
Personal de la Comisión Nacional entrevistó a Mario Aburto, quien ratificó no solo los presuntos actos de tortura y violaciones a su derecho a la atención médica a la salud, sino que que además dijo ser víctima de discriminación y obstaculización solo por la causa que originó la privación de su libertad, es decir, por el asesinato de Colosio.
Por ello, Aburto Martínez pidió la reapertura de su caso, al considerar que es necesario que se sepa "la verdad" de lo ocurrido en Lomas Taurinas, Tijuana, el 23 de marzo de 1994.