Conforme fueron informándose los resultados, surgieron las inconformidades de simpatizantes y militantes que aspiraban a obtener la nominación. De fraude, de imposiciones y de acuerdos cupulares, calificaron quienes no fueron electos, los resultados de las encuestas que aplicó Morena en las últimas semanas.
Las renuncias y chapulineos
Una de las primeras renuncias fue la de la diputada federal, Claudia Yáñez, quien también es hermana de César Yáñez, actual coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia y uno de los políticos más cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador. La legisladora aspiraba a la candidatura de gobernadora de Colima, la cual fue ganada por la superdelegada de programas federales Indira Vizcaíno.
Al desconocer los resultados, la morenista calificó como “una farsa” el proceso interno de Morena.
“Me es imposible continuar afiliada a ese partido, en el que se atropellan los derechos políticos electorales de sus militantes”, aseguró en una carta.
Además, informó que se sumaría al recién creado Fuerza por México para competir por la gubernatura.
“He aceptado la invitación del partido Fuerza por México para contender por la gubernatura de Colima. Vamos a ganar y seré una gobernadora leal al presidente, porque creo en él y en ese sueño de transformar a México”, aseguró la exmorenista.
Otra de las salidas vino desde Baja California Sur. Lavinia Núñez Amao renunció al partido al considerar que la aplicación de la encuesta no hubo transparencia.
“Para mí ha sido sorpresivo, en un proceso que considero que fue incierto y que no cumplió con ningún lineamiento en cuanto a transparencia”, afirmó.