La dependencia estableció que todos los reclusos de dicho penal fueran "trasladadas a los centros federales de readaptación social que determine el Comisionado de Prevención y Readaptación Social".
También se decidió que fueran "reubicados en otros centros penitenciarios federales" los trabajadores de la cárcel, cuyos derechos laborales "serán respetados conforme a la ley", aseguró el Gobierno.
Ante el cierre sorpresivo de la cárcel, que funcionaba como prisión federal desde 2011, varias familias de reclusos se concentraron a las puertas del recinto para exigir conocer su nuevo paradero.
Esta prisión, criticada durante años por las condiciones de los presos, fue el último centro penitenciario mexicano que pisó el 'Chapo' antes de ser extraditado en enero de 2017 a Estados Unidos, donde fue condenado a cadena perpetua.
El 'Chapo' fue enviado a este penal en la frontera con Estados Unidos en mayo de 2016 desde la cárcel de máxima seguridad del Altiplano, donde había sido encerrado al ser recapturado por segunda vez.
Según el informe penitenciario de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la cárcel federal de Ciudad Juárez tenía en 2019 una población de 541 reclusos de una capacidad para 1.216 presos.
La prisión obtuvo una calificación de 7,42 puntos, ocupando el lugar número 12 de los 17 penales federales de México, de acuerdo con el organismo de defensa de los derechos humanos.
La CNDH detectó deficiencias en los servicios de salud y en las condiciones higiénicas del penal, así como insuficiente personal de custodia y una falta de actividades educativas, deportivas y de prevención de adicciones.