Las autoridades de la Secretaría de Salud han denunciado que en gobierno anteriores prevalecía un monopolio en la venta y distribución de medicamentos. Por su parte, López Obrador acusó que solo 10 empresas abastecían el 80% de todas las medicinas que se adquirían, a veces a sobreprecio, por lo que empezó a planear otras formas de obtener los fármacos, primero a través de las compras consolidadas y después buscando los insumos en el extranjero.
Rivas señala que les han dado varios motivos del porqué no les otorgan los protocolos completos, pero la que más se apega a la realidad es que ante los conflictos que tuvieron con las principales distribuidoras en el país, salieron a comprar los medicamentos en el extranjero y se encontraron con tres problemas: medicamentos muy baratos pero de mala calidad, medicamentos de patente, pero cinco o 10 veces más caros, y medicamentos genéricos de buena calidad, que proviene de países como España, Argentina o Canadá, pero que privilegian su abasto nacional, por lo que venden lo que les queda.
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En comparecencia en el Senado, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, dijo, que se les ha explicado a los padres de los menores que derivado de la emergencia sanitaria el proveedor Kemex, de Argentina, con distribución en México a través de Novag Infancia, ha reducido su producción y envíos. "A la fecha, la demanda sectorial por parte de dicho laboratorio ha sido solo del 42%", comentó, aunque afirmó que todavía hay situaciones "no controladas”.
En septiembre, por su parte, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, reiteró que en México existía "un monopolio" de los productos farmacéuticos de quimioterapia, una situación que se repite a nivel internacional ya que gran parte de estos medicamentos provienen de China e India, por lo que cuando hay afectaciones en la capacidad de ambos países, se “trastorna toda la capacidad de tener los medicamentos”.
