La diferencia, por tanto, es de 193,170 muertes, lo que representa un 36.8 % más de lo esperado, y según el informe, este exceso inició en la semana 13 del año, es decir, a finales de marzo, cuando se disparó la curva de contagios del coronavirus SARS-CoV-2.
No obstante, la cifra oficial de muertos por COVID-19, que contempla solo los que pudieron ser demostrados con pruebas diagnósticas, marcaba el 26 de septiembre 78,449 decesos, y hoy es de 88,743.
Desde el inicio de la pandemia, las autoridades han admitido un subregistro en cuanto a contagios y muertes de COVID-19 por la falta de tests masivos a la población que no considera como parte de su estrategia, por lo que el exceso de la mortalidad dibuja una idea del impacto real de la pandemia en México.
Según el informe, entre enero y septiembre, el exceso de mortalidad fue de un 42.5% entre hombres y un 28.1% entre mujeres.