Para el profesor-investigador de Cátedra CONACYT en el Departamento de Estudios Culturales en El Colegio de la Frontera Norte, José Andrés Sumano Rodríguez, estos decomisos son muestra de que en manos del crimen organizado hay armamento de alto poder, aunque aclaró que no siempre es utilizado en actos delictivos, sino para enviar un mensaje a las autoridades de su capacidad de fuego.
Sumano Rodríguez señala que varios de los operadores de ese armamento son exmilitares, quienes fueron reclutados por el crimen organizado.
No sabemos quiénes son los buenos y los malos, muchas de estas personas que están en el crimen organizado utilizando estas armas fueron miembros de las fuerzas armadas”
De fabricación estadounidense, el fusil Barrett es considerado uno de los más poderosos del mundo. Tiene un alcance de hasta 2 kilómetros y es capaz de perforar cemento, blindajes y hasta tirar aeronaves, como sucedió el 6 de septiembre de 2016 cuando presuntos delincuentes dispararon con una arma de éstas a un helicóptero de la Procuraduría General de Justicia de Michoacán en la localidad de Cupuán del Río, perteneciente al municipio de La Huacana. La aeronave se desplomó envuelta en llamas y dejó como saldo cuatro muertos.
Es fabricado por la empresa estadounidense Barrett Firearms Company , y para usarlo se necesita de entrenamiento, pues por sí solo tiene un peso de 14 kilógramos.
Para el presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, José Antonio Ortega Sánchez, el tráfico de estas armas contribuye a exacervar el clima de violencia por el que atraviesa el país. “Hay una falta de voluntad política para enfrentar a milicias privadas de los grupos criminales, es lo que hace todavía más grave el tráfico de armas y la violencia”, destacó.