"México enfrenta a la pandemia con la salud muy deteriorada", dijo el vocero del gobierno federal en la misma conferencia de prensa diaria sobre el estatus del COVID-19.
"Quisiéramos tener una realidad diferente", agregó.
La epidemia arribó a México en medio de la reestructura de su sistema de salud, con el que la federación centralizó los servicios y con ello gran parte de los recursos destinados a este rubro que antes eran administrados por los gobernadores.
"El sistema de salud es casi el mismo de los últimos 30 años, no se echó a perder el 1 de diciembre de 2018", afirmó López-Gatell, en referencia al cambio de gobierno federal.
México entró el pasado 1 de junio a la "nueva normalidad" en la que con un semáforo epidemiológico regula semanalmente las actividades económicas y sociales que los estados pueden ir reactivando o deben echar para atrás.
El estatus de cada entidad se presenta cada jueves a los gobernadores y el lunes siguiente el semáforo es puesto en operación. En la semana que corre 14 estados operan en "rojo" (máximo riesgo) y 18 en "naranja" (riesgo alto).
López-Gatell defendió el levantamiento gradual de las restricciones en medio de esta etapa intensa de la pandemia señalando que se pagaría un "precio alto" a nivel económico si se mantenía la cuarentena que se extendió por más de 100 días.
Sin trabajo y confinadas, así enfrentan la pandemia las empleadas domésticas