“Si analizamos ahorita, todo lo que veamos de 2019 son datos preliminares, porque los únicos datos oficiales de mortalidad son los que están de 2018 para atrás, pero podemos hacer un análisis preliminar con lo de 2019 y con lo que vaya a registrarse en 2020, una vez que termine el 2020 o a lo mejor empezamos el proceso por octubre o noviembre, para poder dar mejores estimaciones a final de este año o principios del siguiente”, explica.
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El médico cirujano por la Universidad de Guadalajara comenta en entrevista ésta y otras polémicas que han surgido a lo largo de la epidemia en México: el subregistro de mortalidad, la realización de pruebas, incluso la dificultad de diseñar mensajes que le lleguen a la población.
Cortés Alcalá cuenta con un posgrado en Epidemiología por la UNAM y con estudios por parte del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), y en implementación del Reglamento Sanitario Internacional por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Universidad de Ginebra, Suiza.
De acuerdo con su perfil en la página del gobierno federal, “es un apasionado de la inteligencia epidemiológica, la política pública en salud y la salud pública basada en evidencia”.
Desde febrero de 2019, ocupa su cargo actual en la Secretaría de Salud y en las últimas semanas responde dudas y sugerencias desde su cuenta de Twitter. Por ejemplo, en el tema de las pruebas, y por qué se decidió que no se harían de manera masiva en el país.
Se denomina vigilancia centinela y no tiene la finalidad de contar casos, sino de conocer el comportamiento de la enfermedad. Asimismo, la prueba diagnóstica no tiene valor clínico, por lo que hacer pruebas masivas carece de valor (y menos si se hacen a personas sin síntomas).
— Ricardo Cortes Alcala (@RicardoDGPS) May 20, 2020