El INE explicó que la renuncia, que fue solicitada por Morena para destinar sus recursos a la atención de la emergencia sanitaria por el COVID-19, es "jurídicamente factible" siempre y cuando se paguen las obligaciones del partido.
"Dado que el financiamiento que como parte de las prerrogativas que constitucionalmente se confiere a los partidos políticos corresponde a erario público, es jurídicamente factible concluir que las prerrogativas de los partidos políticos sí son renunciables, como es el caso del financiamiento público, solo que los institutos políticos deben dar su consentimiento para que alguna parte de su financiamiento público sea retenido por el INE, con el fin de ser remitido a la Tesorería de la Federación, sin que ello implique que el instituto cuente con la atribución de destinar el recurso reintegrado al erario público hacia fines, instituciones u organismos públicos específicos", señaló.
Esto significa que Morena devolverá los recursos a la Federación, sin que se pueda decidir si estos se destinan a enfrentar la emergencia por el COVID-19 en particular.
"La renuncia al 50% del financiamiento público anual para el sostenimiento de las actividades ordinarias no exime a Morena del cumplimiento de sus obligaciones en materia de fiscalización, entre las que se encuentra, garantizar que el financiamiento público prevalezca sobre el financiamiento privado, así como destinar el monto etiquetado para liderazgos juveniles y de mujeres", indicó el organismo electoral.