“Nos decían ‘puedes salir una vez al supermercado, pero solo puede ir una persona’. Los policías en cada cuadra te paraban para preguntarte a dónde ibas y de dónde venías para ver si tu ruta tenía alguna lógica, y checaban si traías maleta con compras o si llevabas dinero para comprar”, comparte.
A pesar del Estado de Emergencia y de todas las restricciones que vio en Cusco, hasta para comprar comida, Jimena recuerda que las personas respetaron las medidas de salubridad para evitar contagios y no cayeron en pánico.
“La gente fue todo el tiempo muy respetuosa. En el supermercado nadie se te acercaba a más de un metro y medio o dos metros, y todos iban con guantes, cubrebocas y bañados en gel (antibacterial). Todos respetaban las medidas sin entrar en pánico; no veías a la gente como aquí, comprando los miles de rollos de papel. Allá compraban tres cuatro cosas y se iban a su casa, nadie salía con más de tres bolsas”, dice.
En este sentido, Jimena destaca que no es necesario hacer todas esas “compras pánico” en las tiendas de autoservicio, pues, menciona, estas no van a cerrar de un día a otro y están planeadas para que siempre allá de todo.
“Hay que comprar solo lo necesario, no podemos dejar sin nada a las demás personas; este no es momento de ser egoístas”, expresa.
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Regreso a México
Jimena y otros 440 mexicanos quedaron varados en Perú. Tan solo en el hotel en el que ella y su acompañante se hospedaron había un grupo de 25 connacionales, todos adultos mayores, sin recibir atención consular.
La joven se movilizó en redes sociales y por esa vía fue contactada por la Cancillería mexicana para informarle cuál sería la ruta que debía seguir –igual que sus compatriotas– para poder volver a México.
“A nosotros nos contactaron el jueves y nos dijeron que el viernes teníamos que estar en Plaza de Armas. Sí fue pesado porque llegamos ahí y nos aventamos más de tres horas sin poder abordar los camiones, porque eran solo 12; creo que nunca se imaginaron que fuera a haber tanta gente, y éramos más de 400 mexicanos”.
Esta semana, la Cancillería informó que había logrado –en colaboración con otros gobiernos y aerolíneas– el traslado de más de 6,000 mexicanos que se encontraban varados en distintas partes del mundo debido al COVID-19.