En febrero de 2020, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación por presunta “violación al derecho humano al agua, derivada de la construcción y operación de planta cervecera”.
“Basada en la defensa del derecho humano al agua, la recomendación no se limita a investigar si hay o no capacidad hídrica para la instalación de una cervecera en Mexicali, sino que asume la defensa del derecho al agua prioritariamente para consumo personal y doméstico, que debe cuidarse estrictamente en una zona desértica y con decreto de veda, por lo que no puede hacerse abstracción del contexto en que una empresa privada pretende hacer uso del agua”, se lee en una comunicado de la CNDH sobre esta recomendación.
El organismo destacó en ese entonces que la consulta ciudadana no era una solución, pues “los derechos humanos no se someten a consulta, sino que se deben respetar”.
Pese a esto, el 3 de marzo de 2020, López Obrador informó que por una resolución de la Secretaría de Medio Ambiente se llevaría a cabo una consulta para ver si operaba o no esta planta cervecera.
“Nos toca a nosotros estar enfrentando estos asuntos y por eso tenemos que escuchar a la gente. Y dicen: ‘Se va a establecer un mal precedente si se hace una consulta, porque se afecta la inversión’. No, ya el mal precedente se dio cuando, sin tomar en cuenta a la gente, dieron los permisos”, dijo el mandatario durante su conferencia de prensa matutina.
López Obrador pidió en ese momento a los inversionistas extranjeros y empresarios que actúen con ética.
“ ¿Qué pasaba antes? Venían y veían a México como tierra de conquista, sobre todo las empresas españolas: 'Vamos, porque ahí sí estamos bien parados; tenemos buenas influencias, hacemos y deshacemos; ahí está el negocio, ahí está el negocio lucrativo'. No, ya eso no lo podemos permitir”, aseguró.