“Con la laicidad del Estado, hemos creado —bien que mal, con hipocresías, pero bien que mal— una rectoría del Estado en esta materia. Al romperse esta rectoría del Estado en este campo cultural, el riesgo es que haya confrontaciones”, dice Barranco en entrevista a propósito de la publicación de este nuevo libro, que escribió en coautoría con Roberto Blancarte.
Una situación de conflicto —ejemplifica Barranco, autor de otras obras sobre el tema— podría darse si las iglesias intentaran imponer restricciones en materia de género, un tema que ha atraído la atención nacional en los últimos años, en los que se han realizado decenas de protestas encabezadas por mujeres que exigen un alto a la violencia en su contra y respeto a sus derechos.
Te puede interesar: 2019, el año en que la ‘ola feminista’ sacudió a México
“El riesgo es que las agendas fundamentalistas incidan en las políticas públicas. No todas las iglesias evangélicas son fundamentalistas, no todas son retrógradas, hay que ser muy claros; tampoco la Iglesia católica toda es conservadora, hay sectores pro vida muy conservadores. Pero en torno (...) al rol de la mujer, el nuevo rol de la mujer es visto como subversivo: el tema de la reproducción, de los derechos sexuales, del cuerpo, de la sexualidad...”, dice.
“Entonces, el riesgo mayor, yéndome a un escenario polar, es de confrontaciones culturales entre personas que están manejando los derechos y están buscando mayores espacios y otros que quieren restringirlos. Si el Estado no entra y pone orden en esa cancha, el problema es que puede haber confrontación”, añade.