México busca congelar tráfico ilegal de armas en reunión en Washington

La semana pasada, el canciller Marcelo Ebrard, quien ha sido encomendado por el presidente López Obrador a coordinar las directrices de este plan, aseguró que desde la puesta en marcha del mismo el flujo migratorio ha tenido una reducción del 56%, luego de que el número de ciudadanos indocumentados que llegaron a la frontera de EU pasó de 144,266 a 63,989 en tres meses.

El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores aseguró que esta contención se ha dado con pleno respeto a los derechos humanos, pero la situación que ha sido cuestionada por la propia alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, quien este lunes indicó que las características de esta estrategia coloca a los migrantes en peligro de sufrir violaciones de derechos humanos y abusos.

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Los logros difundidos por el gobierno mexicano contrastan además con la situación que se vive en Tapachula Chiapas, en la estación migratoria Siglo XXI, donde han sido constantes los enfrentamientos entre personas de diferentes nacionalidades y elementos de las fuerzas federales, sobre todo por la inconformidad que ha ocasionado los tiempos de espera en estos lugares, en donde las condiciones de hacinamiento y precariedad han llevado al propio gobierno a anunciar una remodelación de estas instalaciones.

Las medidas emprendidas por el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador comprenden un extenso despliegue de 25,500 elementos de la Guardia Nacional en la frontera sur y norte del país, un tránsito ordenado de las personas que huyen de sus naciones de origen, oportunidades de empleo en suelo mexicano para ellos y una réplica del programa Sembrando Vida en Centroamérica –de donde provienen la mayoría de los migrantes–, lo cual va acompañado de una inversión de 60 millones de dólares en El Salvador y Honduras.

Pese a que el canciller adelantó desde la semana pasada que "México está acreditando que la estrategia que planteó es exitosa, que no conviene cambiarla, por lo que no se espera que haya una amenaza arancelaria", este lunes el gobierno estadounidense insistió en que su vecino del sur debe "hacer más" para contener el flujo de indocumentados.

"Necesitamos que México haga más. Necesitamos asegurarnos de que están manteniendo sus esfuerzos", dijo en una conferencia de prensa el encargado en funciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU (CBP por sus siglas en inglés), Mark Morgan, quien aunque confirmó el descenso del 56% en el flujo migratorio, pidió que la Guardia Nacional mexicana debe "mantenerse en la tarea" de contener la entrada de indocumentados.

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Morgan también solicitó que México "mantenga y expanda el Protocolo de Protección de los Migrantes" (PPM), una medida que permite a Washington devolver al país vecino a aquellos indocumentados que llegan a la frontera y solicitan asilo para que esperen allí a que se resuelvan sus casos en EU, un proceso que puede durar años.

Incluso en una medida más rigurosa, el jefe de la CBP corroboró que la administración de Donald Trump sigue "absolutamente" interesada en impulsar un acuerdo de "tercer país seguro" con México, que podría permitir a EU rechazar a los solicitantes de asilo si no han buscado primero refugio en el territorio mexicano.

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Esta última medida ha sido rechazada por el gobierno de López Obrador en más de una ocasión y a decir del canciller Marcelo Ebrard no es una opción que esté a discusión, tal y como ha advertido también el senado mexicano.

De momento, se desconoce si el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, insista en este punto. Por parte de México, lo que ha dado a conocer Ebrard es que pondrán sobre la mesa la necesidad de que Estados Unidos asuma su liderazgo en la región e invierta los 5,800 millones de dólares a los que se comprometió en la firma de esta plan en junio pasado, y de los cuales solo ha desembolsado 350 millones de dólares; y que atienda el tráfico ilegal de armas.

Con información de EFE y Reuters