En la mesa "Los Negocios en el México del Futuro, Estado de Derecho", del Expansión Summit, Sofía Ramírez, directora adjunta de Mexicanos contra la Corrupción e Impunidad; Eduardo Bohórquez , director de Transparencia Mexicana, y Salvador Nava, experto en Compliance y exmagistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), señalaron cómo México y las empresas han avanzado en esta materia.
Ramírez explicó que en esa edición analizan los 500 códigos de conducta bajo 28 indicadores para sacar el puntaje. El ranking se empezó a trabajar desde 2017, cuando el puntaje era en promedio de 37 de un máximo de 100, en el 2018, 47, y en este año será de 59.
“Esto es una cultura (…) y en esa cultura corporativa se va permeando hacia abajo”, dijo al comentar que es necesario que los códigos de conducta incluyan a los directivos, a los socios, proveedores que no dejan de ser las cabezas de sector.
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Eduardo Bohórquez reconoció que las empresas están dando la pelea para controlar la epidemia que ha azotado nuestro país en los últimos años y que el ranking en el que Transparencia Mexicana participa no trata de poner incómodo a nadie sino que busca que el sector empresarial asuma su compromiso contra la corrupción.
“La corrupción siempre opera en red y con una red normalmente hay proveedores, amigos, abogados, contadores, notarios, y lo que necesitamos es ir moviendo a un sector completo”, afirmó.