AMATLÁN DE LOS REYES, Veracruz (EFE).– Desde hace 24 años y sin ganar dinero a cambio, el colectivo Las Patronas atiende a los migrantes que viajan encima de peligrosos trenes de cargas por México, pero nunca habían visto una situación como la actual: "Trump está loco", aseveran.
En un pequeño albergue de paredes rosadas ubicado a escasos metros de la vía que atraviesa la comunidad de Guadalupe, en Veracruz, estas 12 mujeres preparan comida a diario para lanzar a los migrantes que viajan a bordo del tren conocido como La Bestia.
Desde 1995, Las Patronas viven pendientes del silbido del tren que viene del sur, el cual no tiene horarios fijos, y han desarrollado un oído tan fino que escuchan a La Bestia cuando todavía está a algunos kilómetros de distancia.