Susana Harp recalcó que lo que se busca “es que nadie use sin autorización los motivos y elementos que caracterizan su indumentaria, su orfebrería, su música, sus tradiciones y mucho menos que lucren con ellas”.
Finalmente, la senadora hizo un llamado a que a través de redes sociales, bajo el hashtag #MéxicoSinPlagios para hacer un observatorio ciudadano que denuncie posibles plagios.
Tras 37 años en el mundo de la moda y 72 desfiles, la venezolana Carolina Herrera se despidió hace dos años de la dirección creativa de la firma que creó en 1981 y tomó las riendas Wes Gordon, encargado de crear esta última colección Crucero 2020 que ha generado molestias al gobierno mexicano.
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Pero el de Carolina Herrera no es el único caso que el Gobierno mexicano ha considerado un plagio.
Zara, Mango, Isabel Marant, Louis Vuitton y Michael Kors, Santa Marguerite o Etoile han sido algunas de las firmas que han recibido anteriormente una llamada de atención desde México, que desde el pasado mes de noviembre trabaja en una ley que salvaguarde la cultura indígena.
Hasta ahora, parecía habitual que los diseñadores se inspiraran en distintas culturas para crear su universo creativo. Basta recordar las colecciones de Moschino, Gaultier o Lacroix que han creado por ejemplo a partir de la estética de la tauromaquia. Lo que antes parecía inspiración hoy podría considerarse plagio
Con información de EFE