El caso del C5 de Michoacán
Michoacán es un ejemplo de cómo se adoptó esta tecnología. El C5 incluyó Inteligencia Artificial a su red de videovigilancia, lo que contribuyó a reducir hasta en 10% los índices de delitos como robo de vehículo y robo en distintas modalidades durante el último año, además de facilitar la captura de objetivos prioritarios, de acuerdo con Juan Carlos Oseguera, secretario de Seguridad de la entidad.
En entrevista con Expansión Política, el funcionario relató que, recientemente, gracias al análisis automatizado de video, fueron detenidas dos personas presuntamente involucradas en un homicidio ocurrido en el municipio de Uruapan.
El secretario de Seguridad contó que tras el crimen se obtuvieron datos clave sobre una motocicleta en la que viajaban los sospechosos y con esa información, los operadores del C5 ingresaron los registros al sistema interno, el cual permitió rastrear el vehículo mediante los arcos carreteros inteligentes hasta ubicar y detener a los probables responsables.
La tecnología también se usa para la búsqueda de personas a través de las cámaras de videovigilancia. “Aquí en Morelia, en los eventos masivos hemos aplicado el reconocimiento facial para detectar a una persona en una multitud de 50,000 o 60,000 para dar con un posible objetivo delincuencial, una persona desaparecida o alguien que es objeto de investigación”, detalló el secretario.
El coordinador del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de Michoacán, Eduardo Armenta, explicó que con esta tecnología tienen capacidad para detectar hasta medio millón de placas y características físicas de las unidades en alta definición y con bajo margen de error.
Durante un recorrido por las instalaciones, Armenta detalló que, cuando se detecta un vehículo con reporte de robo, la información se integra a una base de datos de una plataforma tecnológica llamada Kabat One, diseñada por la empresa Kabat –de uso exclusivo para la seguridad del estado– y, en caso de que una de las cámaras registre su paso de un sospechoso, el sistema emite una alerta inmediata a los subcentros regionales, lo que permite coordinar la salida de unidades policiales para su localización y detención.
“En cuanto se hace el alertamiento, a los dos o tres segundos ya estamos enviando a las unidades cercanas, hemos tenido detenciones que no rebasan los cinco minutos”, comentó.
El caso de la CDMX
Hay otras entidades que ya comienzan a aplicar modelos de Inteligencia Artificial en seguridad como Chiapas y Tamaulipas, basados en el modelo que Kabat One ha implementado en el estado de Michoacán.
En el caso del C5 en la Ciudad de México, el sistema de vigilancia inteligente va por enlazar las distintas cámaras de la ciudad para convertir a la capital del país en la metrópoli más videovigilada del continente y en un referente de seguridad tecnológica de América, con un modelo que integre al sector privado y a la ciudadanía
Salvador Guerrero explicó en una columna en Expansión Política que para ello, el C5 realizó un convenio con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) para habilitar la conexión de sus cámaras privadas, además de que se incorporaron 50 tótems conectados desde tiendas OXXO para robustecer el sistema en zonas de alta concurrencia y reforzar la capacidad de respuesta ante incidentes.
Guerrero Chiprés destaca el cuidado de los datos que se recaban a través de las cámaras de videovigilancia y que son enviadas al gabinete de seguridad local y federal.
“Todas estas tecnologías deben estar al servicio de las personas, que es justamente lo que se hace en el C5. Debemos consolidar una alianza entre transparencia y seguridad para fortalecer una ciudadanía informada, poderosa y resiliente ante las vulnerabilidades digitales y los impactos de la inteligencia artificial”, señaló en una capacitación.
Guerrero Chiprés señaló en una entrevista que se busca alcanzar un total de 124,000 dispositivos para el Mundial de Futbol de 2026 y para este reto, se aprobaron 2,252 millones de pesos al sistema de videovigilancia, un presupuesto 36% superior al de 2024, cuando se le asignaron 1,652 millones.