C5 va por 40,200 cámaras en 2025; CDMX será la más videovigilada de América
El gobierno capitalino busca contar con 124,000 videocámaras para el mundial de fútbol del próximo año, evento que reunirá a 5 millones de visitantes en la capital.
La CDMX proyecta instalar cámaras de última tecnología equipadas con botón de pánico, internet gratuito y sistema de alertamiento. (Foto: Daniel Augusto/Cuartoscuro)
El Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de la CDMX proyecta instalar este año 40,200 nuevas cámaras de seguridad en las 16 alcaldías, así como renovar 6,182 equipos que están por alcanzar su vida útil.
La meta del gobierno capitalino es alcanzar un total de 150,000 cámaras al cierre de la actual administración, lo que convertiría a la CDMX en una de las urbes más videovigiladas del mundo, por encima de metrópolis como Seúl, Londres o Nueva York.
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Más “ojos” para la CDMX
El gobierno de la Ciudad de México proyecta instalar las 40,200 nuevas cámaras de seguridad con una inversión de 600 millones de pesos; de esa manera, la capital alcanzará un total de 124,000 dispositivos para el Mundial de Fútbol de 2026.
En entrevista con Expansión Política, Salvador Guerrero Chiprés, coordinador del C5, detalló que actualmente operan 83,414 cámaras distribuidas en las 16 alcaldías.
Para este año se aprobaron 2,252 millones de pesos al sistema de videovigilancia, un presupuesto 36% superior al de 2024, cuando se le asignaron 1,652 millones.
Del presupuesto total, 600 millones de pesos se invertirán en la compra de cámaras de última tecnología en dos modelos diferentes: Tótems, que consiste en dos cámaras fijas, botón de pánico y estrobo, con un valor aproximado de 75,000 pesos cada uno; y postes inteligentes: equipados con cinco cámaras, botón de auxilio, conexión directa con personal de emergencias, internet gratuito y alertamiento sísmico. Su costo supera el medio millón de pesos por unidad.
Se debe contestar en menos de cinco segundos. Este es un estándar nuestro".
Salvador Guerrero Chiprés, coordinador general del C5.
El plan del C5 va más allá del Mundial. Para 2030, el gobierno capitalino contempla alcanzar 150,000 cámaras de videovigilancia, lo que posicionaría a la CDMX por encima de ciudades como Nueva York, Londres o Seúl en número de dispositivos en funcionamiento.
Con las más de 83,000 cámaras con las que opera actualmente, la Ciudad de México supera en un 295% al Estado de México, que es la segunda entidad con más cámaras del país.
“El Estado de México tiene 21,000 cámaras, segundo lugar, teniendo cuatro veces más territorio, sigue en tercer lugar, Guadalajara, con 6,800, eso da muestra de la capacidad de vigilancia de la capital” destacó Guerrero Chiprés.
El coordinador del C5, Salvador Guerrero, resalta la instalación de 40,200 nuevas cámaras en 2025.(C5)
El 'búnker' de seguridad y atención ciudadana
El C5 no solo es un centro de monitoreo de cámaras, también alberga una de las instalaciones más modernas y equipadas en materia de seguridad, movilidad y de atención ciudadana en el país.
Chiprés resaltó que actualmente el edificio del C5 reúne a personal de 29 dependencias del gobierno central y federal, entre ellas, la Defensa, Marina, Guardia Nacional, Seguridad Pública local, Protección Civil, la Secretaria del Agua y el Sistema de Transporte Colectivo Metro, entre otras
Además es sede del número de emergencias 9-1-1, el 089 para denuncia anónima y recientemente se incorporó a este edificio el C5 del Agua para el monitoreo de pozos y garzas, y la línea H2O (*426) para el reporte de fugas o problemas de abasto de este recurso.
“En caso de una emergencia, el C5 es el centro que reúne a todo el gabinete del gobierno central para que pueda operar sin ningún tipo de interrupción, desde aquí puede despachar la jefa de gobierno el tiempo que sea necesario” recalcó el funcionario.
En la Línea H2O las autoridades reciben 450 llamadas al día para reportar fugas, falta de agua e incluso robo de la misma.(Expansión)
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Más allá de la videovigilancia
Para Rodrigo Cornejo, experto en seguridad y políticas públicas, cualquier inversión en adquisición de tecnología aplicada a la seguridad pública siempre será un avance significativo para el combate a la delincuencia.
Destacó que las cámaras de videovigilancia no solo funcionan para prevenir o dar seguimiento a hechos delictivos, sino que además proporcionan información en tiempo real sobre vialidades, hechos de tránsito e incluso sirven de herramientas importantes para las fiscalías o el Poder Judicial cuando se requieren evidencias.
“Con las grabaciones, las instituciones de seguridad y de justicia pueden obtener elementos para judicializar las carpetas de investigación. Esto tiene un impacto directo y positivo sobre la impunidad de los delitos”, apuntó Cornejo.
Ante preocupaciones sobre el uso de tecnologías como el reconocimiento facial, el experto explicó que actualmente estas cámaras no almacenan datos biométricos y que existen protocolos de retención de información: el material se sobrescribe o elimina si no es útil para una investigación judicial.
“No se trata de grabar indiscriminadamente a millones de ciudadanos. La información sólo se conserva si tiene valor probatorio”, aseguró.
Salvador Guerrero Chiprés aseguró que el proyecto de instalación de nuevas cámaras de seguridad en la CDMX no solo se basa en la estrategia de seguridad del gobierno central, sino que es la propia ciudadanía la que ha alertado a las autoridades sobre los puntos en que se debe poner mayor vigilancia con base en incidencia delictiva o experiencias de la propia comunidad.
“A través de solicitudes de los ejercicios 'Casa por Casa', en los martes de Zócalo Ciudadano, por diversas fuentes estamos integrando las propuestas. Queremos que la gente también participe y que hagan suyas estas herramientas” comentó.
El C5 de la CDMX recibe 20,000 llamadas diarias, de las cuales el 60% no son procedentes.(Foto: Expansión)
En este mismo sentido, Cornejo subrayó que el fortalecimiento de la seguridad no depende únicamente de la videovigilancia, ya que es fundamental que exista coordinación entre la ciudadanía y la policía, además de mecanismos de respuesta rápida y patrullaje por cuadrantes, donde los vecinos identifiquen a sus agentes de seguridad.
Señaló que otras políticas como los senderos seguros, el alumbrado público y la participación ciudadana son piezas clave para reducir la percepción de inseguridad y la incidencia de delitos.
“Las cámaras ayudan, pero la seguridad pública se construye con confianza, participación y presencia institucional”, consideró el especialista.