"Estoy de sicario"
Verónica Cruz, de 42 años, intentó alejar a Robert de los peligros del barrio: pandillas y drogas, pero nunca anticipó la amenaza que se lo arrebató.
Tras abandonar la secundaria, Robert viajó en marzo de 2024 desde un populoso suburbio vecino de Ciudad de México a Jalisco, atraído por una oferta laboral como pintor.
Aunque la pobreza apretaba, la familia de padres divorciados subsistía de una pequeña tienda. Pero Robert, entonces de 16 años, quería una moto y se marchó desobedeciendo a Verónica.
En junio telefoneó a su hermana llorando. "Estoy de sicario, acaban de matar a mi amigo (...) Si no llego a salir de aquí, los voy a cuidar desde el cielo", dijo Robert, según el relato sollozante de su madre.
Luego, un hombre que se identificó como amigo del muchacho le escribió a su hermana por Facebook para informarle que había muerto en un enfrentamiento.
Una comunicación del joven lo ubicaba a 50 minutos del rancho Izaguirre, por lo que su mamá cree que estuvo allí. "Nunca pensé que se los estaban llevando", afirma Verónica, mientras abraza un retrato de Robert sonriente durante su fiesta de 15 años.
El gobierno asegura que ha eliminado 69 páginas en redes sociales de reclutamiento para grupos delictivos. Pero en TikTok aún se ofrecen empleos en Jalisco con "comidas y hospedaje", suscritas por "la empresa del sr de los gallos" o las siglas "NG", motes del Cártel Jalisco Nueva Generación.
"Saber dónde está"
La fiscalía sostiene que aún no hay evidencia de que en el rancho Izaguirre se cremara gente o que fuera un campo de exterminio, como denunció Guerreros Buscadores.
Pese a la sordidez de su hallazgo, Rubí Cruz mantiene "intacta" su esperanza de encontrar con vida a Fermín.
En cambio, el optimismo de Verónica ha mermado.
"A lo mejor no busco justicia, pero sí saber dónde está mi hijo, como sea", dice aferrada a una caja registradora de cartón que Robert le fabricó para guardar el dinero de la tienda.