Cansados de la ola de inseguridad en Sinaloa, ciudadanos marcharon para exigir justicia y la salida del gobernador Rubén Rocha Moya, quien a su llegada prometió no ser indolente a la violencia.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, ha asegurado que no renunciará a su cargo.(Foto: José Betanzos Zárate/Cuartoscuro.)
Lidia Arista
“¡Fuera Rocha!, ¡Fuera Rocha!'', fue el grito que resonó con fuerza por las calles del centro de Culiacán, Sinaloa, como síntoma del enojo de los sinaloenses a la gestión del morenista Rubén Rocha, marcada por una ola de violencia.
En 2021, Rocha inició su gobierno con la promesa de no ser indiferente ante la violencia. “Hoy iniciamos un gobierno enemigo de la indolencia y la indiferencia hacia el dolor de los que sufren y padecen la violencia de todo tipo”, enunció su promesa aquel 31 de octubre.
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En la marcha que se realizó este jueves para pedir justicia por el homicidio de los niños Gael y Alexander, quienes fallecieron junto a su padre en el intento de un robo de su vehículo, el gobernador no recibió a los manifestantes.
Convocados por profesores de la escuela primaria Socrátes en la que estudiaba Alexander, decenas de ciudadanos salieron a protestar por el clima de violencia por el que atraviesa en la entidad: balaceras, ejecuciones, desapariciones, incendios de automóviles son parte del día a día en la entidad.
Miles de ciudadanos se manifestaron en contra de la situación de violencia en Sinaloa.(Foto: José Betanzos Zárate/Cuartoscuro.)
La violencia no es nueva en Sinaloa. Entre 2008 y 2013, la entidad registraba hasta 2,000 homicidios anuales. Entre 2014 y 2015, el delito tuvo bajas considerables al reportar menos de 1,000. Sin embargo un nuevo aumento se dio entre 2016, 2017 y 2018.
Entre el 2019 y 2023, las cifras de homicidio eran menores a los 900 por año, pero el 2024 esa realidad se transformó. La detención de Ismael “El Mayo” Zambada detonó una de las peores crisis de violencia en la entidad.
Ni el envío de militares, ni la presencia del secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPyPC), Omar García Harfuch, han logrado pacificar esa entidad. El 2024 cerró con 994 homicidios dolosos, de los que 656 (65%) se registraron desde septiembre, cuando se identificó el inicio de la disputa entre facciones del Cártel de Sinaloa, “Los Chapitos” y “Los Mayitos”.
El incómodo de la 4T
A Rubén Rocha le ha perseguido la polémica durante prácticamente los 39 meses que lleva en el gobierno de Sinaloa.
Políticos opositores lo han acusado de un presunto financiamiento del narcotráfico. Él lo desmintió y aseguró que su campaña fue lícita y legítima.
“Es campaña sucia, mi elección está debidamente sancionada por todos los órganos y entre ellos el órgano que analiza los gastos de campaña e ingresos de candidatos”, afirmó el mandatario.
Tras la detención de Ismael Zambada, el gobernador enfrentó una de sus principales polémicas. En su declaración inicial, el cofundador del Cártel de Sinaloa aseguró que iba a reunirse con él cuando lo secuestraron y obligaron a ir a Estados Unidos, donde fue detenido.
"Joaquín Guzmán López me pidió que asistiera a una reunión para ayudar a resolver diferencias entre los líderes políticos de nuestro estado. Yo estaba al tanto de una situación en curso, disputa entre Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, y Héctor Melesio Cuén Ojeda, excongresista federal, alcalde de Culiacán y rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa", dijo Zambada.
El gobernador negó esa versión y aseguró que había quienes tenían la intención de “hacerlo narco a fuerzas”.
Por esas acusaciones, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador le manifestó su respaldo. También recibió el respaldo de la entonces presidenta electa Claudia Sheinbaum, así como los gobernadores de extracción morenista.
Ya en el cargo, Sheinbaum volvió a respaldar a Rocha Moya. En Palacio Nacional, a finales de 2024 negó que existiera alguna investigación abierta en contra del gobernador de Sinaloa.
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El reforzamiento de la seguridad
Ante la crisis de inseguridad que recibió al iniciar su gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum instruyó atención focalizada a la entidad.
Más elementos de las Fuerzas Armadas y la atención personal del secretario de Seguridad para coordinar los esfuerzos junto al gobernador de la entidad.
De acuerdo con las últimas cifras de seguridad, hasta diciembre había una ligera disminución en la violencia en Sinaloa.
En el arranque del sexenio de la presidenta Sheinbaum se registraban 5.9 homicidios dolosos por día, sin embargo, en diciembre la cifra se ubicó en 5.1, lo que representó una reducción de 13%.
El secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, ha viajado a Sinaloa para coordinar las acciones contra la violencia.(Foto: SSC/Cuartoscuro.)
Sin embargo, en enero, la violencia se mantiene. En los primeros 23 días del año, suman 110 los homicidios dolosos.
Jonathan De Vicente, director de Incidencia Política de México Unido Contra la Delincuencia, asegura que hasta que la vida no se normalice en Sinaloa, no se podrá considerar que la estrategia de seguridad ha tenido éxito.
“El caso Sinaloa es bastante ejemplificador en el sentido de que hay comunidades que están paralizadas económicamente, que niños, adolescentes no están asistiendo a las escuelas por el mismo tema de la inseguridad y estos enfrentamientos y episodios de violencia. En cuanto haya regreso a la normalidad, podríamos decir que hay un éxito de esta estrategia”, destacó.
¿Renuncia?
Voces de la oposición han pedido al gobernador separarse del cargo de gobernador e incluso el exgobernador Francisco Labastida lo acuso de tener vínculos con el crimen organizado.
“En Sinaloa tenemos un narcogobierno, por ello resulta absurdo e irresponsable el apoyo del gobierno federal y de mandatarios estatales de Morena a Rubén Rocha”, dijo.
Sin embargo, el gobernador ha descartado renunciar al cargo.
“¿Cuáles son las voces que piden mi renuncia? Las que tienen deseos, pero no es un problema de deseos, ¡claro que no! Es un problema de los sinaloenses”, afirmó en su visita a la Ciudad de México para reunirse con legisladores.
A pesar de sus negativas a irse, en Sinaloa crece el descontento a su administración.
