La violencia en Sinaloa creció desde septiembre, después de la captura del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, ocurrida desde el 25 de julio. Desde entonces, el gobierno federal ha enviado a estas tropas, en un intento por restablecer el orden y seguridad.
Para el 21 de septiembre, se informó del arribo a la capital del estado de dos batallones, un total de 600 elementos del Ejército, que se sumarían al operativo de seguridad activo.
Mientras que el 4 de octubre, se informó que fueron desplegados en la ciudad de Culiacán, 590 elementos de la Guardia Nacional, para el resguardo de la seguridad y la proximidad ciudadana mientras concluye la revista extraordinaria de armamento de la Licencia Oficial Colectiva (LOC) 204 correspondiente a la policía municipal.
Apenas la madrugada de este martes, Sinaloa vivió una larga jornada de violencia, esto luego de que grupos criminales destruyeran 65 videocámaras del Centro de Comando, Control, Comunicaciones, Cómputo e Inteligencia del Estado de Sinaloa (C4i).
Los reportes, indicó el secretario de Seguridad Pública de Sinaloa (SSPE), Gerardo Mérida Sánchez, comenzaron a llegar a alrededor de las 12 de la noche y se concentraron en 27 puntos, muchos de ellos en el sector Barrancos, en Culiacán.
Indicó además que, con las 65 cámaras afectadas, quedan 407 funcionando en la ciudad. En total, Culiacán requiere 750 cámaras para mantener la vigilancia.
El pasado 13 de noviembre, Mérida Sánchez anunció que la secretaría a su cargo estaba preparada para proteger las cámaras durante posibles balaceras de fin de año. Su meta era que el daño a estos equipos fuera mínimo, o por lo menos menor al número de aparatos dañados durante 2023, cuando se sumaron 114 cámaras afectadas.
Finalmente, el secretario detalló este martes que a partir del sábado 30 de noviembre, se iniciará con la reposición del equipo de videovigilancia, para culminar los trabajos en los próximos 30 ó 45 días.