Los estragos del huracán Otis permanecen en Acapulco. A cinco meses del huracán, que impactó este puerto de Guerrero como categoría 5, algunas personas damnificadas continúan sin recibir los apoyos del gobierno federal.
Y aunque el puerto ya recibe más turistas en el inicio de las vacaciones de Semana Santa, todavía se registra desorganización y largas filas en la entrega de despensas a los damnificados.
También se han reportado casos de personas que no fueron censadas oportunamente y no cuentan con el apoyo de víveres, a pesar de ser afectados por el huracán, de acuerdo con un informe de la consultora Integralia.
El paso del ciclón tropical y la posterior reconstrucción han profundizado los rezagos sociales preexistentes. En materia de educación, ha disminuido la asistencia a las escuelas de las niñas y niños de seis a 14 años de edad, debido a que aún no termina la rehabilitación de los planteles dañados.
Como estrategia para reconstruir las escuelas afectadas, entró en vigor el programa La Escuela es Nuestra. A través de esta iniciativa se prevé una inversión de 2,440 millones de pesos en 981 acciones de rehabilitación, que se realizarán entre febrero y mayo de este año.
Aunque 90% de las escuelas públicas afectadas ya reanudaron actividades, muchos planteles operan en modalidad a distancia por los daños que aún persisten en los inmuebles.
El acceso a servicios de salud también enfrentan obstáculos, así como la distribución de medicamentos y el acceso a otros servicios básicos.
Desde el impacto del ciclón tropical el gobierno federal ha repartido apoyos a los damnificados, pero la consultora identifica fallas en el mecanismo de asignación y personas comerciando los electrodomésticos que entregan las autoridades.
Según el análisis, que se basa en sondeos a 117 personas de la localidad, visitas de campo y entrevistas con empresarios, líderes comunitarios y representantes de organizaciones no gubernamentales, el paso de Otis también modificó las dinámicas criminales.
Las extorsiones, los homicidios y el narcomenudeo disminuyeron en Acapulco en el último trimestre de 2023, al pasar de 1.3, 17 y 11.1, respectivamente, por cada 100,000 habitantes en el primer trimestre, a 0.6, 11.8 y 4.5 al cierre del año pasado.
Desde el impacto del Huracán #Otis, @Integralia_Mx ha documentado las implicaciones políticas, económicas y sociales del desastre.
— Integralia Consultores (@Integralia_Mx) March 22, 2024
Este análisis revela cómo Otis afectó el tejido social y político en Acapulco, evaluando respuestas gubernamentales, seguridad pública y… pic.twitter.com/tvL8tUc5vl
Sin embargo, los robos de vehículos y a bancos o negocios se incrementaron de 79.5 a 94.9 en el mismo periodo. Ya en los primeros dos meses de 2024 estos delitos han disminuido a 28.79 por cada 100,000 habitantes, en enero, y a 26.67, en febrero. Mientras que las extorsiones y los homicidios han repuntado de nuevo.
“A pesar de la fuerte presencia del Ejército y la Guardia Nacional, el crimen organizado se apropió de nueva cuenta de la explotación de las economías locales”, se afirma en el reporte.
Sobre la acumulación de basura, el análisis señala que, aunque la mayor parte de la zona turística de Acapulco se encuentra libre de desechos, aún existen zonas donde el servicio municipal de limpia no es suficiente para retirar los escombros.
Las playas de Acapulco, además, se ubican entre las más sucias del país, de acuerdo con un análisis de la calidad del agua de mar realizado por la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Pero esto no ha impedido que, en los primeros días del periodo vacacional de Semana Santa, el puerto ya registre una ocupación hotelera de 69.7%.
El huracán Otis impactó en el estado de Guerrero el 25 de octubre de 2023 y, aunque las autoridades federales y estatales han implementado programas de reconstrucción y entrega de recursos a damnificados, todavía falta trabajo para restablecer los municipios más afectados.
